Uno de los órganos que desempeña múltiples funciones en el organismo es en hígado. Este realiza la depuración de sustancias, la producción de bilis y el almacenamiento de energía.
Sin embargo, ante el estilo de vida de algunas personas este puede sufrir grandes daños a menudo y lesiones constantes, entre los hábitos poco saludables son el consumo excesivo de alcohol y padecer enfermedades como la hepatitis A, B o C.
Por lo que, cualquier daño o enfermedad que se presente tiene un impacto en el hígado y así a la salud del individuo, ya que sobrecarga el metabolismo y la homeostasis del cuerpo en general.
¿Cómo cuidar el hígado?
Una de las mejores formas de tener una buena salud es asegurarse de tener suficientes vitaminas en el cuerpo, así es como se puede cuidar el hígado en general, aparte de llevar una dieta equilibra y de practicar ejercicio regularmente.
Vitamina B:
La vitamina B puede retrasar la aparición de enfermedades como el hígado graso y otras condiciones, especialmente la vitamina B12 y sus derivados, debido a que mejora el hígado graso alcohólico y no alcohólico, así como la fibrosis. Aunque, es esencial mencionar que estas vitaminas no curan estas enfermedades.
Otras vitaminas esenciales para la salud del hígado:
Vitamina D:
La deficiencia de vitamina D se ha relacionado con diversas enfermedades hepáticas, como la fibrosis, la cirrosis y el hígado graso. La falta de esta vitamina puede afectar el funcionamiento normal del hígado. También si el hígado está enfermo, los niveles de vitamina D suelen disminuir en el organismo. Por lo tanto, es necesario obtener suficiente vitamina D mediante la exposición moderada al sol, alimentos o, en caso necesario, mediante suplementos.
Vitamina A:
En el caso de la vitamina A, se ha revelado en distintas investigaciones que su deficiencia impide que el hígado funcione correctamente, además de tener otros efectos como pérdida de visión nocturna. Por lo tanto, mantener una dieta equilibrada puede ayudar a mantener unos niveles adecuados de esta vitamina. Es importante destacar que el consumo excesivo de vitamina A o niacina puede dañar el hígado, por lo que la suplementación debe ser recetada por un profesional de la salud.