La insuficiencia renal o enfermedad renal, es producida cuando la pérdida gradual de la función renal alcanza un estado avanzado. Por lo tanto, cuando esta enfermedad se encuentra en etapa terminal, los riñones ya no trabajan al nivel que demanda el cuerpo.

Los riñones filtran los desechos y el exceso de líquidos que hay en la sangre, los cuales se excretan en la orina. Sin embargo, cuando estos pierden la capacidad para filtrar, pueden acumularse niveles nocivos de líquido, electrolitos y desechos en el cuerpo humano.

En ese sentido, es fundamental tener en cuenta cuales son esos malestares o síntomas que se suelen presentar cuando una persona está a punto de sufrir un colapso de riñón.

El cáncer de riñón no suele tener signos o síntomas en sus primeras etapas. | Foto: Copyright Dazeley

Los malestares

Según el portal web de Clínica Mayo, los malestares y síntomas cuando se va a sufrir un colapso de riñón son los siguientes:

  • Náuseas
  • Vómitos
  • Pérdida de apetito
  • Fatiga y debilidad
  • Dolor de pecho si se acumula líquido en el revestimiento del corazón
Uno de los malestares es el dolor de pecho si se acumula líquido en el revestimiento del corazón. | Foto: Getty Images
  • Falta de aire si se acumula líquido en los pulmones
  • Hinchazón de pies y tobillos
  • Presión arterial alta (hipertensión) que es difícil de controlar
  • Dolores de cabeza
  • Dificultad para dormir
  • Disminución de la agudeza mental
  • Sacudidas y calambres musculares
  • Picazón constante
  • Sabor metálico en la boca

La entidad sin animo de lucro mencionada resalta de que los malestares y síntomas de la enfermedad renal por lo general no son específicos, lo que significa que también los pueden causar otras enfermedades. Así las cosas, en el momento en que los riñones pierden la capacidad para filtrar, pueden acumularse niveles nocivos de líquido, electrolitos y desechos en el cuerpo.

Para controlar todos estos malestares que se presentan en la etapa terminal de la enfermedad renal, Clínica Mayo hace la recomendación de someterse a una diálisis o un trasplante de riñón que permitan tener más esperanzas de vida para la persona. O también se puede elegir cuidados médicos conservadores para controlar los síntomas con el propósito de lograr la mejor calidad de vida durante los años que le restan por vivir a la persona.