El aceite de coco ha ganado popularidad en los últimos años debido a sus diversos usos y beneficios para la salud. Una práctica común es tomar una cucharada de aceite de coco en ayunas, lo que se cree que proporciona una serie de beneficios para el cuerpo y la mente.
1. Promueve la salud del corazón: El aceite de coco contiene una alta proporción de ácidos grasos saturados de cadena media, como el ácido láurico. Estos ácidos grasos pueden ayudar a aumentar el colesterol HDL (lipoproteínas de alta densidad), conocido como el “colesterol bueno”, mientras que también pueden reducir los niveles de colesterol LDL (lipoproteínas de baja densidad), el “colesterol malo”. Esto puede contribuir a mantener un equilibrio saludable de lípidos en el cuerpo y promover la salud cardiovascular.
2. Impulsa el metabolismo: Los ácidos grasos de cadena media presentes en el aceite de coco son fácilmente digeribles y se metabolizan rápidamente en el hígado, donde se convierten en energía. Esto puede proporcionar un impulso metabólico y aumentar la quema de calorías en reposo. Algunas investigaciones sugieren que el consumo de aceite de coco en ayunas puede mejorar la sensibilidad a la insulina y ayudar a regular los niveles de azúcar en la sangre.
3. Ayuda en la pérdida de peso: Dado que el aceite de coco puede aumentar el metabolismo y proporcionar energía rápida al cuerpo, algunos creen que su consumo en ayunas puede apoyar los esfuerzos de pérdida de peso. Sin embargo, es importante recordar que la pérdida de peso saludable requiere un enfoque integral que incluya una dieta equilibrada y ejercicio regular.
4. Promueve la salud digestiva: El aceite de coco contiene propiedades antimicrobianas y antifúngicas, como el ácido láurico y el ácido caprílico. Estos compuestos pueden ayudar a combatir bacterias, hongos y parásitos no deseados en el sistema digestivo. Tomar una cucharada de aceite de coco en ayunas puede contribuir a mejorar la salud intestinal y promover un equilibrio adecuado de microorganismos beneficiosos en el intestino.
5. Mejora la salud cerebral: El aceite de coco contiene ácidos grasos esenciales que son importantes para la salud del cerebro. Se ha sugerido que el consumo regular de aceite de coco puede ayudar a mejorar la función cognitiva y proteger contra el deterioro cognitivo relacionado con la edad. Sin embargo, se necesitan más investigaciones para respaldar estas afirmaciones.
A pesar de los posibles beneficios mencionados anteriormente, es importante tener en cuenta que cada persona es única y puede responder de manera diferente al consumo de aceite de coco en ayunas. Además, es fundamental utilizar el aceite de coco con moderación, ya que sigue siendo una fuente calórica concentrada.
Además, se recomienda acudir a un experto antes de añadir este líquido en la dieta, pues cada organismo es diferente y se necesita la guía de un médico.
¿Cómo preparar este aceite en casa?
Dado que consumirlo con moderación puede ser saludable para la salud, se puede preparar en casa de forma natural.
Se deben tener unos 10 cocos que darán unos tres litros de leche, de la cual se pueden extraer aproximadamente 150 gramos de aceite de coco. Esto indica que de tres o cuatro cocos se pueden extraer unos 50 gramos de aceite, según indica el portal Mejor con Salud.
Lo primero que se debe hacer es abrir tres orificios en el coco para extraer el agua del interior, la cual se vierte en un recipiente. Una vez se saca el líquido, se abre la fruta por la mitad, se le saca la pulpa y se ralla.
Al obtener la ralladura se pone en una tela limpia y se exprime con el fin de sacar toda la leche posible. Luego se añade el agua del coco a la pulpa, eso la hidratará. Posteriormente se espera un poco para que la absorba bien, y después se vuelve a exprimir con el paño de tela.
De la leche se podrá obtener el aceite de coco casero. Se vierte esta leche en una sartén y se calienta a fuego lento, removiendo continuamente. El calor hará que el agua se evapore y la leche se espese, por lo que empezará a granularse y se separará del aceite.