Mantener el cuerpo con todos los nutrientes necesarios para mantener una buena salud, incluye el consumo por ejemplo de líquidos y sólidos que le aporten nutrientes, vitaminas, grasas y todo lo que el organismo necesita.
La clave puede estar en la cantidad de lo que se consumen, haciendo referencia a la frase tradicional que dice que todo en exceso es malo. Por esto no debemos descuidar la ingesta de omega-3 que son unos ácidos grasos que se requieren por ejemplo para fortalecer las neuronas.
De acuerdo con los expertos estos ácidos ayudan a que nuestro corazón esté sano y además protegido para disminuir el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular.
Sin embargo, es necesario tener en cuenta que el omega-3 no es producido por el organismo, por lo que es necesario consumirlo en nuestra dieta diaria con el consumo de algunos pescados o vegetales.
Frente a este aspecto la Asociación Americana del Corazón recomienda comer al menos dos raciones semanales de pescado rico en omega-3 para reducir riesgos. Destacan que los pescados grasos ricos en omega-3 abarcan:
- Salmón
- Caballa
- Atún blanco
- Trucha
- Sardinas
De acuerdo con esta organización “los pescados grasos, como el salmón y el atún, contienen dos tipos de omega-3. Estos son EPA y DHA. Ambos tienen beneficios directos para su corazón”, destacan.
Sin embargo, indican que se puede obtener otro tipo de omega-3, en algunos aceites, nueces y plantas para ayudar a obtener una gama completa de estas grasas saludables.
Adicionalmente desde la Fundación Española del Corazón, indican que el consumo de omega-3 contribuye a mantener los niveles normales de colesterol y aseguran que la dieta basada en el consumo de alimentos como cereales, verduras, carne blanca y pescado, pude reducir el riesgo cardiovascular en un 30%.
La potente vitamina que cuida los dientes, previene la osteoporosis y lesiones musculares
Las vitaminas son sustancias que aportan muchos beneficios a la salud, pues ayudan al cuerpo a producir glóbulos rojos, ayudan a la formación y mantenimiento de dientes, tejidos óseos y blandos, membranas mucosas y piel, de acuerdo con Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
Ahora bien, en específico, la vitamina que cuida los dientes, previene la osteoporosis y lesiones musculares es la D, según los Institutos Nacionales de Salud (NIH por sus siglas en inglés), que también se conoce como “la vitamina del sol” debido a que el cuerpo la produce luego de la exposición a la luz solar.
“La vitamina D es un nutriente necesario para la salud. Ayuda al cuerpo a absorber el calcio, una de las principales sustancias necesarias para tener huesos fuertes. Junto con el calcio, la vitamina D contribuye a prevenir la osteoporosis, una enfermedad que hace que los huesos se vuelvan más delgados y débiles y sean más propensos a fracturas”, explicaron los NIH.
Asimismo, añadieron que “al cuerpo le hace falta la vitamina D para otras funciones, ya que los músculos la necesitan para el movimiento y los nervios para transmitir mensajes entre el cerebro y otras partes del cuerpo. La vitamina D es indispensable para que el sistema inmunitario pueda combatir las bacterias y los virus que lo atacan”.
Así las cosas, para consumir las cantidades promedio recomendadas, hay que comer:
- Pescados grasos (atún, salmón y caballa).
- Hígado de res, el queso y las yemas de los huevos.
- Champiñones.
No obstante, como son tan pocos los alimentos que contienen vitamina D, también se puede adquirir en suplementos de multivitaminas y multiminerales y lo NIH indicaron que se puede conseguir en forma de suplementos dietéticos que contienen solo vitamina D o vitamina D combinada con algunos otros nutrientes.
“Las dos formas de vitamina D disponibles en suplementos son D2 (ergocalciferol) y D3 (colecalciferol). Ambas aumentan la concentración de vitamina D en la sangre, aunque la D3 podría elevarla más y por más tiempo que la D2. Como la vitamina D es liposoluble, se absorbe mejor cuando se toma con una comida o una merienda que contenga algo de grasa”, puntualizaron los Institutos.
Entre tanto, los NIH señalaron que las cantidades de vitamina D que una persona necesita por día dependerá de la edad y el sexo, pero las recomendaciones generales son:
- Bebés hasta los 12 meses: 10 mcg (400 UI)
- Niños de 1 a 13 años: 15 mcg (600 UI)
- Adolescentes de 14 a 18 años: 15 mcg (600 UI)
- Adultos de 19 a 70 años: 15 mcg (600 UI)
- Adultos mayores de 71 años: 20 mcg (800 UI)
- Mujeres y adolescentes embarazadas o en período de lactancia: 15 mcg (600 UI)