El sueño se ha convertido en un problema frecuente y en una necesidad determinante en la salud integral de las personas, pero conseguirlo de una forma saludable no siempre resulta fácil.
Los adultos deben de dormir al menos siete horas por noche para recuperarse totalmente; los niños en la etapa escolar necesitan dormir entre 9 y 12 horas; y los adolescentes alrededor de 8 a 10 horas, según los Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU., (DCD, por su sigla en inglés).
Aunque existen medicamentos que facilitan el sueño, no es recomendable depender de estos suplementos para conseguir algo tan cotidiano.
De hecho, el insomnio es un trastorno del sueño que afecta a muchas personas alrededor del mundo. De acuerdo con la Asociación Colombiana de Medicina del Sueño, en Colombia 4 de cada 10 personas sufren de insomnio, lo cual es un problema que no solo se soluciona con medicamento y tratamientos médicos, debido a que existen prácticas que los individuos deben de llevar a cabo día a día para mejorar la calidad de su sueño.
Hay que mencionar que al final del día, cuando el cuerpo humano está agotado tras una jornada laboral larga, se necesita dormir para descansar y recuperar energías.
A partir de esta problemática, algunos expertos recomiendan seguir los siguientes aspectos para tener un sueño profundo:
Dormir rápidamente ¿Es saludable?
Lo normal es que una persona dure entre 10 a 20 minutos conciliando el sueño de manera sana; si alguien se queda dormido extremadamente rápido puede ser un síntoma de agotamiento o que su higiene del sueño no está siendo cuidada.
Dasgupta, un profesor clínico asociado en la Facultad de Medicina de Keck de la Universidad del Sur de California, hace la siguiente recomendación que caso de demorarse en conciliar el sueño.
“Si no puedes conciliar el sueño después de 20 minutos, levántese de la cama y vaya a otra habitación donde haya poca luz y haga algo que le calme hasta que se sienta somnoliento nuevamente. Lo mismo se aplica cuando se despierte por la noche y no pueda volver a dormir”.
Entrenar al cerebro
Hay distintos factores que se pueden trabajar para mejorar el sueño. No hacer otras actividades en la cama; si el sitio de descanso también se convierte en lugar de trabajo, entretenimiento o simplemente el sitio para pasar el tiempo, el cerebro asociará todas esas actividades a la hora de dormir, imposibilitando conciliar el descanso.
Crear una rutina también puede ser una buena opción para enseñarle al cerebro, a partir de qué momento el organismo debe descansar.
Preparar el ambiente
Según la comunidad científica, los seres humanos concilian el sueño mejor en temperaturas bajas, además de oscurecer la habitación.
Manejar la respiración
Realizar una respiración profunda ayuda a aumentar la cantidad de oxígeno en la sangre, disminuye la presión arterial y la frecuencia cardiaca, además reduce la tensión muscular. La calma brinda un escenario predilecto para descansar.
El principal de los consejos es dedicarle tiempo a su salud, experimentando y conociendo su cuerpo será la forma en la que encontrará una buena higiene del sueño.
Oración para dormir y descansar
“Hoy, confiado en tu preciosa intercesión, te consagro las alegrías y las tristezas de cada día. Te consagro mi vida, mi casa, familia y trabajo.
Ahora te pido intercedas por mí (petición). San José dormido, intercede por mí, ante Dios.
Duerme sobre mi petición y pídele al Padre por mí para que me conceda esa gracia, que es en beneficio mío, de mi familia y mi prójimo, amén”.
*Con información de Colprensa.