Mantener los dientes sanos y fuertes es crucial para una buena salud bucal y general. Los dientes desempeñan un papel fundamental en nuestra capacidad para comer, hablar y lucir una sonrisa hermosa.

En primer lugar, los dientes son la primera etapa en el proceso de digestión. Son responsables de masticar los alimentos en trozos más pequeños, lo que facilita su procesamiento posterior en el sistema digestivo. Si los dientes no están sanos o fuertes, puede ser difícil masticar adecuadamente los alimentos, lo que puede afectar la digestión y la absorción de nutrientes esenciales.

Además de la función de masticación, los dientes también desempeñan un papel crucial en la pronunciación y el habla. Los sonidos se forman al colocar la lengua, los labios y los dientes de manera precisa. Si los dientes están dañados o faltan, puede afectar la pronunciación correcta de ciertos sonidos y dificultar la comunicación oral.

La salud dental también está estrechamente relacionada con la salud en general. Las enfermedades bucales, como la caries y la enfermedad periodontal, pueden tener un impacto negativo en el cuerpo en su conjunto. La caries dental es una enfermedad bacteriana que destruye el esmalte protector de los dientes, lo que puede llevar a la formación de cavidades y a la infección dental. Estas infecciones pueden extenderse a otras partes del cuerpo, como el corazón y los pulmones, y aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares y respiratorias.

En ese sentido, desde la clínica dental Friedlander emitieron las siguientes recomendaciones para mantener los dientes sanos y limpios:

Cepíllate

Hay que elegir un cepillo de cerdas suaves y cabezal pequeño para que llegue hasta tus muelas más lejanas y zonas de difícil acceso. Cepilla repetitivamente y con poca fuerza aproximadamente 20 veces cada diente por delante y por detrás con movimientos circulares. El cepillado debe durar de 2 a 3 minutos y se debe realizar por lo menos dos veces al día.

Hay que elegir un cepillo de cerdas suaves y cabezal pequeño para que llegue hasta tus muelas más lejanas y zonas de difícil acceso. | Foto: Getty Images

No enjuagues tus dientes después del cepillado

El esmalte de los dientes está conformado por minerales como el calcio y el fosfato. El flúor juega un papel importante al fortalecer y regenerar el esmalte dental mediante la formación de nuevos cristales, lo que lo vuelve resistente a los ácidos dañinos producidos por las bacterias.

El flúor es un valioso aliado en la protección de nuestros dientes contra los efectos ácidos que generan las bacterias presentes en nuestra boca. Debemos considerar el flúor como un medicamento de uso tópico (similar a una crema que aplicas en la piel). Por esta razón, es crucial no enjuagar nuestros dientes con agua después de cepillarlos, ya que eso eliminaría por completo su capacidad reparadora en nuestros dientes.

Usa hilo dental

Si no pasas el hilo dental dejas de limpiar un 35% de tus dientes. Poco se le puede agregar a esta frase, pero las estadísticas nos dicen que solamente el 10% de la población lo usa. El espacio entre tus dientes es una de las zonas más susceptibles de acumular placa dental, y por consecuencia, de padecer caries y otro tipo de enfermedades antes mencionadas.

Limpia la lengua

Limpiar la lengua es una parte fundamental de una buena higiene bucal y a menudo pasa desapercibida. La lengua es un hábitat propicio para las bacterias, ya que su superficie áspera y rugosa puede acumular restos de alimentos, células muertas y microorganismos, lo que puede causar mal aliento, problemas de salud bucal e incluso afectar la salud general. A continuación, se explicará la importancia de limpiar la lengua y cómo hacerlo correctamente.

Existen varias formas de limpiar la lengua. Una opción común es utilizar un limpiador de lengua, que generalmente es un instrumento de plástico o metal con una superficie suave en forma de U. Se debe colocar el limpiador en la parte posterior de la lengua y, con una ligera presión, arrastrarlo hacia adelante, eliminando los residuos acumulados. Es recomendable repetir este proceso varias veces, enjuagando el limpiador entre cada pasada.

Limpiador de lengua. | Foto: A.P.I

Otra alternativa es utilizar un cepillo de dientes con cerdas suaves para cepillar suavemente la lengua. Se debe aplicar una pequeña cantidad de pasta de dientes en el cepillo y realizar movimientos suaves desde la parte posterior hacia la punta de la lengua. Después, se enjuaga la boca con agua para eliminar los residuos.

Higiene profesional

También es importante es que las personas acudan, por lo menos una vez al año, a un especialista para hacerse una limpieza profesional. La higiene dental dura de 45 minutos a 1 hora, según la necesidad de cada paciente.

Se recomienda acudir una vez al año al odontólogo para revisar nuestros dientes. | Foto: El País