Desde hace nueve años, comenta la salubrista pública Blanca Llorente, la sociedad civil lleva pidiendo en el Congreso de la República que haya una regulación eficiente y protectora de la salud de la gente con relación al tema de los cigarrillos electrónicos en Colombia.
Nueve años en los que “la industria vendedora de nicotina, que es la industria tabacalera”, presiona también para introducir sus propios proyectos “que son de una regulación muyyyy laxa”, prosigue la economista Llorente.
“Un proyecto que ha sido bombardeado por la industria, que fue una iniciativa de la Cámara de Representantes y le falta un tránsito en el Senado, lamentablemente lo han llenado de ‘micos’ y lo han tratado de torpedear como en otras ocasiones. Ojalá lo logren cambiar, porque si queda como está, nos vamos a meter en problemas: no nos va a permitir una regulación protectora, sino que les va a abrir las puertas a esos comerciantes que no tienen ningún escrúpulo”, opina la señora Llorente, asesora en el tema de tabaquismo en la Liga Colombiana contra el Cáncer.
Según el doctor Alfonso Ávila, docente del programa de Medicina de la Universidad Icesi, actualmente están cursando en el Congreso unas cuatro o cinco iniciativas legislativas relacionadas con el tema, sin embargo, dice, lo que hemos observado es que ninguna de ellas en este momento cumple con todos los elementos que consideramos, desde la academia, desde las asociaciones médicas y otras, todos aquellos elementos que creemos básicos para una regulación adecuada.
Estos son algunos aspectos, que de acuerdo con estos dos especialistas en el tema, se deben tener en cuenta para una regulación sobre los cigarrillos electrónicos:
1. Prohibición de la publicidad
“No debe haber publicidad, todas son un canal para desinformar y para promover su uso en niños, niñas y adolescentes. Así nos ha funcionado con el tabaco, así traten de meternos goles no tenemos propagandas en radio, Tv. ni vallas de tabaco por todo lado”, dice la salubrista, quien añade que ahora, con estas nuevas formas de consumo, “bombardean con influencers y estrategias muy sofisticadas”.
2. Espacios libres de humo
Debe haber una regulación desde la ley nacional con relación al respeto a los espacios también libres de humo de estos dispositivos, comenta el doctor Alfonso Ávila.
3. Altos impuestos
Se deben tener impuestos altos para este tipo de cigarrillos, señala Llorente, para que no sean tan fáciles de adquirir. “Antes eran productos costosos. En Bogotá, en barrios de estrato 5, 6, se consiguen hoy a $10.000, que es más o menos el precio de una cajetilla de cigarrillos convencionales”.
4. Regular los elementos que facilitan la adicción.
Explica el doctor Ávila que es importante regular, por ejemplo, las concentraciones de nicotina máximas que se deben permitir. “Hay más de 20 países que han establecido cuánta nicotina como máximo debe tener un producto de estos. Y eso ha servido para reducir la adicción a esta”.
Necesitamos también, prosigue el profesor Alfonso Ávila, que se regule también qué saborizantes se permiten, porque hay una serie de saborizantes, sobre todo los que son dulces, que favorecen el consumo en los pequeños, como los de sabor a chocolate y a frutas.
5. Regulación en la potencia de los aparatos
Se está promoviendo que también haya una regulación acerca del tema del manejo de la potencia de los aparatos, porque, dice el doctor Ávila, entre más potente es el vapeador, “va a liberar más nicotina y eso facilita la adicción”.