Es importante mantener la salud cardiovascular y reducir todos los riesgos de enfermedades en el corazón. Médicos de la Universidad de Harvard sugieren un método de cuidados, porque proporciona una visión general de la salud cardiovascular y hace hincapié en factores claves para proteger el corazón.
Hay una regla que incluye 5 aspectos resaltados por los estudios de esta institución académica:
- Presión arterial: Este valor indica la fuerza con la que la sangre golpea las paredes de las arterias. La presión arterial normal es de 120/80 milímetros de mercurio o inferior. Cuando la presión está elevada, el valor superior varía entre 120 y 129 milímetros de mercurio y el valor inferior está por debajo (no por encima) de 80 milímetros de mercurio.
- Colesterol: El colesterol se acumula en las arterias, formando pacas que pueden obstruir estas vías. El colesterol malo, también conocido como lipoproteína de baja densidad (LDL), es una forma de colesterol que puede acumularse en las arterias y contribuir al desarrollo de enfermedades cardiovasculares. Esta grasa es producida por el hígado y resulta necesaria para la presencia de membranas celulares y hormonas.
- Azúcar en la sangre: La glucosa elevada en sangre puede dañar los vasos sanguíneos y aumentar el riesgo de formación de placas de ateroma y coágulos. El manejo de la diabetes implica mantener niveles de glucosa en la sangre dentro de un rango saludable. Esto implica seguir una dieta equilibrada, hacer ejercicio regularmente, monitorear los niveles de glucosa en la sangre, tomar medicamentos según lo recetado por un médico y, en el caso de la diabetes tipo 1, administrar insulina.
- Circunferencia de Cintura: Una mayor circunferencia de cintura está relacionada con la acumulación de grasa alrededor de los órganos internos, lo que puede aumentar la inflamación. Esta adiposidad secreta hormona y otros sustancias que favorecen la inflamación y la liberación de glóbulos blancos implicados en la aterosclerosis, tal como indica el artículo de Harvard.
Un chequeo integral permitirá evaluar estos valores, y el médico podrá recomendar tratamientos y cambios en el estilo de vida según sea necesario. Mantener estos indicadores dentro de los rangos saludables es fundamental para proteger la salud del corazón y reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Claves para cuidar el corazón
Dejar de fumar:
El tabaquismo es un factor de riesgo significativo para enfermedades cardiovasculares. Dejar de fumar es una de las decisiones más importantes que una persona puede tomar para mejorar su salud en general y aumentar los niveles de HDL, el colesterol bueno. Al dejar de fumar, no solo se reducen los riesgos para los pulmones, sino que también se beneficia el corazón y el sistema circulatorio.
Controlar el peso de manera saludable:
El sobrepeso y la obesidad son factores de riesgo para niveles elevados de LDL y reducidos de HDL. Antes de embarcarse en un programa de pérdida de peso, es vital consultar con un profesional de la salud. La pérdida de peso debe ser gradual y sostenible para garantizar beneficios a largo plazo.
Incorporar ejercicio regular:
La actividad física aeróbica es esencial para elevar los niveles de HDL y mantener un peso saludable. Antes de comenzar cualquier nuevo programa de ejercicios, es fundamental hablar con un médico, especialmente si se ha estado inactivo por un tiempo. Comenzar lentamente e ir aumentando gradualmente la duración y la intensidad del ejercicio puede ayudar a evitar lesiones y mejorar la salud cardiovascular.
Aumentar la ingesta de fibras: Las fibras solubles, que se encuentran en alimentos como frutas, legumbres, verduras de raíz, avena, cebada y linaza, son efectivas para reducir el LDL. Cada gramo adicional de fibra soluble en la dieta puede reducir el LDL en un 1%. Al incluir una variedad de estos alimentos ricos en fibras en la dieta diaria, se puede lograr un efecto positivo en los niveles de colesterol.
Optar por proteínas magras: La elección de proteínas animales magras, como pollo, pavo y pescado, cocinadas de manera saludable (al horno, a la parrilla o asadas), en lugar de carnes rojas magras, puede ayudar a reducir la ingesta de grasas saturadas. Además, llenar la mitad del plato con verduras no almidonadas y reservar solo un cuarto del plato para las proteínas es una estrategia inteligente para equilibrar la dieta y reducir las calorías totales.