El estilo de vida actual ha influido mucho en que las personas permanezcan mucho tiempo sentados o sin actividad por periodos prolongados, esto puede generar un aumento considerable de peso que se puede traducir en obesidad, así como padecer dolores musculares, problemas vasculares (trastorno que afecta a las arterias o las venas) y/o a la falta de circulación, entre otros.
Ya sea en un escritorio o manejando un carro, para quienes pasan más de dos horas al día sentados esto significa estar en riesgo cardiovascular y metabólico porque se afectan sustancias como las hormonas, las defensas y esto está relacionado con una mayor probabilidad de enfermar y morir por diferentes causas.
De esta manera, se pueden presentar problemas musculares de la espalda, de circulación en las piernas y enfermedades digestivas, del corazón, de los riñones, incluso cáncer, como lo advierte la Sociedad Americana de Cáncer. El problema es que, debido a la tecnología, cada vez las personas pasan más tiempo sentadas, y aunque parezca inofensivo, este hábito va causando daños de manera silenciosa.
¿Qué pasa si estás sentado todo el día?
El no moverte repercute negativamente en tu organismo:
- Tu cerebro no se oxigena bien.
- Produces más insulina de la necesaria.
- Se debilita la columna y pierde flexibilidad.
- Pueden degenerarse los músculos.
- Hay mala circulación en piernas.
- Disminuye el ritmo cardíaco de tus funciones cerebrales.
- Se elevan el colesterol y la presión arterial.
- Se ablandan los huesos.
- El consumo de energía baja a una caloría por minuto.
- Las enzimas que ayudan a descomponer las moléculas de grasa disminuyen.
Aproximadamente, el 60 % de la población a nivel mundial no realiza suficiente actividad física, lo que se denomina sedentarismo, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, OMS. Lo más increíble de este tema es que así las personas ya hagan ejercicio, estar sentado por más de 8 horas se considera sedentarismo, de esa manera, la actividad física no podrá contrarrestar los daños que se generan por la inactividad.
Al respecto, se puede realizar esto para evitar los futuros riesgos en el cuerpo: ponerse de pie cada 30 minutos y caminar, realiza ejercicios de estiramiento, los músculos lo agradecerán, utilizar las escaleras en lugar del ascensor cada vez que te sea posible, caminar unos minutos después de comer, y si es posible mientras se habla por teléfono, caminar un poco. Y por supuesto, adicionalmente, mantener rutinas de actividad física.
La recomendación es hacer ejercicio físico al menos 30 minutos al día, además de las pausas activas. Se recomienda hacer ejercicio y permanecer activo la mayor cantidad de tiempo posible al día. Eso aplica para todos porque incluso los menores de edad, que suelen ser más activos, están pasando mucho tiempo sentados frente a las pantallas.
La actividad física incluye realizar tareas del hogar, como barrer o trapear, subir y bajar escaleras, bailar, caminar o cualquier ocupación que implique movimiento.
Al respecto, la OMS recomienda realizar 60 minutos diarios de actividad moderada o intensa para niños y adolescentes, mientras que para los mayores de 18 años deben ser 150 minutos semanales de actividad moderada.
El impacto del movimiento, incluso de baja intensidad, puede ser profundo. Para empezar, quemarás más calorías. Esto podría derivar en una pérdida de peso y un aumento de la energía. Además, la actividad física te ayuda a mantener el tono muscular, la capacidad de moverte y el bienestar mental, especialmente a medida que envejeces.
Incluso, hay estudios que muestran que quienes permanecen durante más de ocho horas al día sin actividad física tienen un riesgo de morir similar al que produce la obesidad y fumar.