El asma es una de las enfermedades no transmisibles más frecuentes en el mundo. Según el Ministerio de Salud y Protección, esta patología crónica afecta a más de cinco millones de personas en Colombia.
Rubén Darío Contreras Páez, neumólogo adscrito a Colsánitas, explica que “el asma es una enfermedad con la que se nace y que se desarrolla frecuentemente en niños, pero que también puede presentarse en la edad adulta”.
El galeno asegura que una gran cantidad de pacientes dejan de ser asmáticos en la adolescencia, pero que los síntomas del asma pueden presentarse nuevamente cuando se hacen adultos. “Esto indica que las personas nunca se curan de asma. Es una enfermedad controlable, mas no curable”, afirma el especialista.
Esta enfermedad respiratoria, que principalmente afecta los bronquios, puede ser de aparición tardía, pues “generalmente los adultos asmáticos también lo fueron en la niñez. A su vez, es una enfermedad que se puede considerar hereditaria”, comenta el doctor Contreras.
La Organización Mundial de la Salud, OMS, aseguró que en el 2017 había en el mundo 235 millones de personas que sufrían de asma. En ese informe la entidad indicó que, de no tomarse medidas preventivas, el asma podría cobrar la vida de muchas personas en los próximos diez años. Ya en 2015 la enfermedad había provocado alrededor de 383.000 muertes.
De acuerdo con el Ministerio de Salud y Protección, para el 2018, 1 de cada 8 colombianos padecía asma, siendo esta la segunda enfermedad pulmonar respiratoria crónica más relevante después de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica.
Es una afección subvalorada
“El asma puede ser una enfermedad muy leve, que con cuidados y educación puede pasar casi que desapercibida y requerir pocas dosis de medicamento durante las crisis o, por el contrario, ser una muy grave y severa porque, incluso, puede provocar la muerte”, afirma el neumólogo.
Asimismo, Contreras cree que el asma es una patología subvalorada. “La gente piensa que con una sola aplicación del inhalador se pondrá bien y eso no es así, pues involucra muchas vías inflamatorias y tratamientos que pueden ser costosos”.
Se estima que más de 5 millones de personas podrían sufrir asma en Colombia, de los cuales solo se atienden 285.000 casos al año.
Por ejemplo, para el 2017, más de 46.000 personas fueron atendidas por crisis asmática, y durante el período 2009-2016, de las personas que consultaron a un especialista por esta patología, el 20 % fueron atendidas en urgencias y el 4 % fueron hospitalizadas por asma.
Síntomas de la patología
El neumólogo asegura que realizar diagnósticos en niños es difícil. Sin embargo, la enfermedad se puede detectar “por síntomas como la tos, especialmente en las noches, también con la aparición de lo que llamamos sibilancias (sonidos agudos en el pecho), sensación de compresión en el tórax y ahogo. Cuando se presentan todos juntos facilita la labor de detección de la enfermedad”, indica.
Según el especialista, cuando solo se presenta la tos en las noches o la sensación de disnea (dificultad para respirar), se hace más difícil determinar si el paciente puede ser asmático o no.
“Hay pacientes que solo presentan síntomas con desencadenantes, los cuales pueden ser el frío, la humedad, el polvo, las gripas y en algunos casos, el ejercicio y la actividad física”, explica el doctor Contreras. Incluso, dice, el estrés “puede provocar crisis de asma”. Agrega el especialista que “si estos desencadenantes provocan sensación de ahogo, se hace más fácil detectar que efectivamente es asma”.
Tratamiento
El galeno dice que el tratamiento que los especialistas llevan con los pacientes asmáticos se dividen en dos partes: la primera, debe ser educacional y la segunda, farmacológica.
El neumólogo expone que se le debe enseñar al paciente que “debe evitar la exposición al humo, al frío, al polvo y al pelo de las mascotas, entre otro factores, que puedan provocar una crisis asmática”. Y que, luego, se le debe tratar el aspecto farmacológico, en el que, frecuentemente, se le “recomienda a los pacientes el uso de los aliviadores (inhaladores de corta acción que calman una crisis) y los controladores, que son los que previenen las inflamaciones de las vías respiratorias.
Puede afectar la calidad de vida
Contreras explica que la enfermedad puede alterar la vida escolar de los niños e, incluso, generar retraso en su desarrollo cognitivo si no se trata bien. Pero, sobre todo, provocar limitaciones funcionales como hacer ejercicio o actividades físicas.
En los adultos puede provocar que “los bronquios dejen de dilatarse y se vuelvan duros y a su vez, generar una enfermedad similar a la del enfisema pulmonar (afección que causa dificultad para respirar)”. Estas enfermedades pueden provocar daños en el corazón cuando las personas quedan expuestas a bajos niveles de oxígeno, advierte el especialista.
Los mitos más frecuentes de las personas, según el especialista, se presentan en cuanto a la utilización de los inhaladores, que aunque “algunos tienen efectos secundarios que pueden llegar a ser graves, deben usarse con precaución”. A veces los pacientes “creen que por usarlos se van a morir, pero la realidad es que si se usan adecuadamente, no se va a presentar ninguna complicación grave”, explica Contreras.
El asma mal controlado puede “producir la muerte, pero los niños asmáticos no deben ser encerrados en burbujas”, afirma. Sin embargo, con ellos sí se debe tener unas precauciones especiales sobre su tratamiento. También es “recomendable que los vea un alergólogo para que determine cuáles son los factores del ambiente que más les desfavorecen y así poder evitarlos al máximo”, concluye el neumólogo Rubén Darío Contreras Páez.
Recomendaciones
Isabel Palacios, especialista en neumología del Centro Médico Imbanaco, explica que la clave principal para controlar el asma y evitar las crisis, es la adherencia a la terapia inhalada. Por otra parte, Palacios recomienda, para el caso de los asmáticos alérgicos: “mantener limpio el lugar donde viven, libre de polvo; realizar cambios constantes a las fundas de las almohadas; vacunarse contra la influenza, ya que los cuadros gripales pueden ser desencadenantes del asma”. Asimismo, también explica que es importante tener una alimentación sana.