La cebolla es un alimento que tiene múltiples beneficios para el organismo. Vitaminas, minerales, proteínas, entre otros elementos.
Algunos de los minerales que contiene la cebolla son calcio, fósforo, magnesio, hierro, potasio, zinc y cobre, así como las vitaminas del grupo B, la C y la A.
De acuerdo con la Fundación Española de la Nutrición, este alimento es una fuente de potasio mineral, por lo que contribuye al funcionamiento normal de los músculos y del sistema nervioso.
“También es fuente de vitamina C, que contribuye a la protección de las células frente al daño oxidativo. Hay que tener en cuenta que es termosensible, por lo que su aporte de vitaminas disminuiría si la cebolla se consumiese cocinada”, agrega.
El consumo constante de cebolla es una de las recomendaciones que los profesionales de la salud hacen a la población en general debido a su aporte en la alimentación. Entre las posibilidades para consumirla están su presentación cruda, a través de diferentes preparaciones.
Hay que señalar que las propiedades nutricionales de la cebolla blanca y la morada son similares y en el mercado se dispone de ellas todo el año.
Entre otros beneficios, la cebolla reduce las dolencias respiratorias, por su capacidad para menguar los síntomas de la gripe, como la tos y las flemas.
El Instituto Nacional del Cáncer de los Estados Unidos lo explica de la siguiente manera: “Al ser rica en polifenoles, permite descongestionar la nariz de manera natural y es un excelente mucolítico natural”.
También favorece la digestión del organismo, gracias a la quinina, que estimula las funciones de varios órganos que tienen injerencia en el proceso digestivo, como el estómago. Una vez la quinina llega a este órgano, neutraliza los ácidos gástricos y ayuda a la flora intestinal.
El corazón también se ve beneficiado del consumo de cebolla, debido a que esta contiene una enzima llamada alinasa, la cual contribuye a adelgazar la sangre, preservando la característica elástica de las arterias y manteniendo bajo el colesterol.
De hecho, un estudio de la Universidad de Pennsylvania indica que si se consume media cebolla al día, se puede disminuir en un 15 % el riesgo de problemas cardiovasculares.
Asimismo, este vegetal contiene propiedades diuréticas, lo cual es ideal para la eliminación de toxinas. Un estudio del Journal of Medicinal Food manifiesta que “la cebolla tiene la capacidad de activar la función de los riñones, así como la eliminación de líquidos en el cuerpo”.
Una forma poco convencional de ingerir la cebolla es a través del té. De acuerdo con GastroLab Web, portal especializado en recetas naturales y en salud, este permite reducir el colesterol y los triglicéridos. Su consumo también ayuda a disminuir el riesgo de padecer enfermedades asociadas al corazón.
Y un estudio publicado por la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, MedLine, aseguró que el consumo de té de cebolla puede ser ideal para reducir los niveles de azúcar en la sangre, si se consume en ayunas.
El estudio, titulado ‘Effects of raw red onion consumption on metabolic features in overweight or obese women with polycystic ovary syndrome: a randomized controlled clinical trial’, explica que esto sucede gracias a que ayuda en el funcionamiento del intestino delgado, el páncreas y el tejido graso.
Lo positivo es que, para poder hacer esta preparación, solo necesitará tres ingredientes: una taza de agua, media cebolla y miel.
La preparación es bastante sencilla. En primer lugar, tendrá que cortar la cebolla hasta obtener trozos muy pequeños, lo que facilitará que puedan ser machacados.
Luego, extraerá el jugo de la cebolla con la ayuda de un extractor y lo llevará a una olla y se mezclará con el agua.
Encienda el fuego de su estufa y deje calentar hasta que el agua esté en su punto de ebullición, es decir, a 100 grados centígrados.
Cuando el agua empiece a evaporarse, se debe apagar el fuego y dejar reposar por 10 minutos. Eso es todo. Cuando el tiempo haya finalizado, sirva en un pocillo y endulce a su gusto con miel, pero tenga en cuenta que debe prevalecer la cebolla en la preparación.