En el mundo se presenta situaciones infortunadas y fortuitas por la que una persona debe ausentarse del trabajo por una deficiencia de salud que se requiere de descanso o tratamiento médico para sanar, a esto se le conoce como una incapacidad médica que constata su afectación y le permite frenar la actividad que se esté desarrollando.
En materia laboral, se trata de un documento que es emitido por la EPS, que confirma y certifica el estado de salud del trabajador. Asimismo, hay un caso que corresponde a enfermedades no profesionales y que se denominan incapacidades de origen común.
De igual manera, entre las tipificaciones definidas existen las incapacidades de origen laboral. A diferencia de las anteriormente mencionadas, estas se dan cuando la condición del trabajador se deriva de una actividad que realizó en el espacio de trabajo y en el horario en que desempeña su jornada laboral.
Un ejemplo de esta situación en cuando un trabajador sufre un golpe o una caída al interior de las instalaciones de la empresa o se enferma porque en su puesto de trabajo está expuesto a un riesgo específico.
¿Cómo debe actuar el empleador?
De acuerdo con María Carolina Martínez, asociada de la firma laboral Godoy Córdoba, se deben contemplar ciertos puntos cuando un trabajador reporta una baja laboral por enfermedad o accidente, sin importar su origen.
Lo primero que debe hacer el empleador es estudiar y validad la incapacidad. Para esto, se debe verificar que la incapacidad haya sido emitida por una IPS adscrita a la EPS del trabajador. Lo siguiente con lo que se debe seguir es revisar el tipo de incapacidad para proceder de manera adecuada.
María Martínez manifestó: “hay dos áreas de gestión en cuanto a las incapacidades médicas, el laboral, y la de seguridad y salud en el trabajo, cada una de ellas actuará dependiendo del origen de la incapacidad, es decir, de origen común o laboral”.
Según lo anterior, desde el área de seguridad y salud en el trabajo, una vez que revisan y confirman la incapacidad, deben ingresar al sistema de gestión, hacer seguimiento y realizar las actividades de direccionamiento que se requiera para darle cumplimiento al programa de rehabilitación integral para la reincorporación laboral.
Asimismo, en caso de que haya una sospecha de simulación en el estado de la salud, los empleadores tiene a su favor una situación conocida como situación constitutiva de abuso del derecho, la cual se da cuando el trabajador obtiene beneficios asistenciales o económicos de parte del Sistema General de Seguridad Social en Salud o de Riesgos Laborales, sin contar con fundamento real para hacerlo.
María Carolina Martínez explicó: “Si llegase a encontrarse una situación de las que la ley enlista como abusiva del derecho, lo pertinente es revisar el material probatorio de la misma, hacer la denuncia ante las entidades competentes, además de estudiar el caso para determinar la estrategia a seguir”.
En caso de que un trabajador presente una incapacidad falsa y se demuestre, se le descontarán los días laborales en los que no asistió, podrá ser despedido de la empresa por justa causa. Además, si el empleador lo considera pertinente, podrá ser denunciado antes las autoridades por falsedad de documentos y abuso de confianza que, dependiendo de la gravedad que considere el juez, puede llevarlo a sanciones económicas o, incluso, en un centro carcelario.
De igual manera, la experta también destacó la importancia para que las compañías realicen un estudio del ausentismo de su personal para clasificar sus casos específicos y así definir las medidas de intervención para cada caso del trabajador.