La glucosa o azúcar en la sangre es la principal fuente de energía para las actividades diarias. El cuerpo descompone los alimentos que cada persona consume en glucosa y la libera en el torrente sanguíneo. Aunque la glucosa es esencial para el funcionamiento del organismo, cuando hay demasiada azúcar en la sangre, se presentan problemas de salud.
El portal Medline Plus explica que cuando la glucosa en la sangre se eleva, le indica al páncreas que libere insulina, la hormona que ayuda a que la glucosa entre en las células. Sin embargo, en el caso de las personas con diabetes, el cuerpo no produce suficiente insulina o no como debería.
¿Qué es la hiperglucemia?
La hiperglucemia afecta con más frecuencia a personas que tienen diabetes, pues en esos casos la glucosa permanece en la sangre y no llega a las células. Para controlar el nivel alto de azúcar en la sangre, es importante seguir un plan de alimentación y hacer actividad física con regularidad.
De acuerdo con el portal SuperCuidadores de UNIR, la hiperglucemia se presenta de forma más lenta que la hipoglucemia, por lo que no provoca síntomas hasta que la concentración de glucosa es muy elevada.
Clínica Mayo, por otro lado, detalla que los síntomas se notan cuando el azúcar en sangre está por encima de los 180 a 200 miligramos por decilitro (mg/dl) o de los 10 a 11,1 milimoles por litro (mmol/l). Así las cosas, los síntomas avanzan lentamente por semanas y cuanto más tiempo pase, más graves pueden ser los síntomas.
¿Cuáles son los síntomas de la subida de azúcar?
Sudores fríos, aumento de la sed, convulsiones, letargos, náuseas, aumento de deseos de miccionar y debilidad generalizada, dolor de cabeza y visión borrosa, son algunos de los síntomas que pueden aparecer como consecuencia del azúcar alta.
Si la hiperglucemia no se trata, pueden llegar a acumularse ácidos tóxicos en la sangre y en la orina y la aparición de otros síntomas como aliento con olor a fruta, náuseas, vómitos, falta de aire, sequedad en la boca, debilidad, desorientación, dolor abdominal y hasta un coma diabético
Si la hiperglucemia no se trata, puede acarrear otros problemas serios de salud como la cetoacidosis diabética, que ocurre cuando el cuerpo no tiene suficiente insulina para que la glucosa en la sangre ingrese a las células. En cambio, el hígado descompone la grasa, proceso que produce ácidos llamados cetonas, que en exceso pueden poner en peligro la vida. Estos son algunos síntomas de la cetoacidosis diabética:
- Problemas para respirar
- Náusea o vómitos
- Dolor abdominal
- Confusión
- Sentirse muy cansado o con sueño
¿Cómo se diagnostica la hiperglucemia?
En caso de tener diabetes, lo más probable es que necesite controlar su glucosa en sangre todos los días y asegurarse de que no sea demasiado alta. Para esto, se puede utilizar un medidor de glucosa en la sangre o un sistema de monitoreo continuo de glucosa (MCG). Además, existen análisis de sangre que los profesional de la salud utilizan para verificar el nivel de glucosa en la sangre.
¿Cuándo consultar con un médico?
Si se presenta aumento de la frecuencia urinaria, dolor al orinar, pérdida de peso, temblores, sudoración, cansancio, falta de aire, dolor en el pecho o malestar, se recomienda acudir al médico.
También es necesario buscar ayuda profesional en caso de que el corazón empiece a latir rápidamente o se presenten palpitaciones inusuales, náuseas que afectan la capacidad de comer y no se alivian con medicamentos recetados, e incluso diarrea.