Se estima que en Colombia aproximadamente el 14% de la población vive con asma. Esta enfermedad tiene más prevalencia en niños, de uno a cuatro años con el 29%, y en edades superiores hasta los 11 años, con el 25%.
Cerca del 40% de estos niños han estado en consulta por urgencias u hospitalizados, durante el último año. Esta condición, sumada los cambios de clima abruptos que se han presentado los últimos días y que hace que la tendencia en las estadísticas aumente.
La neumóloga y médico internista, Audrey Piotrostanalzki Vargas, miembro de la Asociación Colombiana de Neumología y Cirugía de Tórax, explica que “el asma es una enfermedad bronco-obstructiva es decir, de obstrucción de los bronquios, que se caracteriza por la presencia de una sensación de ahogo, de falta de aire, silbido de pecho y tos”.
“Además, se diferencia de otras enfermedades, en donde también se obstruyen los bronquios, al tener una reversibilidad o una respuesta positiva al broncodilatador en la espirometría, que es una de las pruebas diagnósticas útiles para la confirmación o descarte de la enfermedad”. A su definición añade que, “puede aparecer en niños o en adultos tanto por primera vez como en una reactivación de la enfermedad. Su frecuencia se ha descrito más en niños que en adultos, y su prevalencia general es del 12 % en Colombia. Es una enfermedad crónica, pero que tiene control”, puntualiza.
Aunque cada persona experimenta el asma de manera diferente junto con su sintomatología, la gravedad de la enfermedad y opciones de tratamiento pueden variar según el caso, gracias a los avances científicos los pacientes pueden manejar los síntomas a través de diferentes alternativas terapéuticas. Sin embargo, en la actualidad hasta el 45% de las personas con asma tiene síntomas que no están bien controlados y cerca de 35 millones de personas en todo el mundo viven con síntomas de asma grave, los cuales afectan la calidad de vida y pueden poner en riesgo su vida.
Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que las personas que no reciben un tratamiento adecuado contra el asma pueden sufrir trastornos del sueño, cansancio durante el día y problemas de concentración. Algunos de los pacientes asmáticos y sus familiares pueden llegar a ausentarse de la escuela y el trabajo, lo que tiene repercusiones económicas para ellos y la comunidad en general.
Con respecto a sus síntomas más comunes son: respiración con silbido (sibilancias), tos (especialmente temprano por la mañana o a la noche), presión en el pecho y dificultad para respirar. En relación a las crisis asmáticas, estadísticamente uno de los lugares donde más se presentan es en el hogar, pues a pesar del aseo juicioso del entorno es claro que allí los niños pasan la mayor parte del tiempo.
Consejos
El área de Promoción y Prevención de la Nueva EPS, hace una serie de consejos para minimizar los riesgos que se presentan en estas crisis y de cómo convivir con esta enfermedad:
- Coloque los colchones en fundas en las que no pueda penetrar el aire. Ponga cinta adhesiva a todo lo largo del cierre.
- Póngales a las almohadas fundas en las que no pueda penetrar el aire. Ponga cinta adhesiva a todo lo largo del cierre.
- Lave toda la ropa de cama cada semana, a una temperatura de por lo menos 130 grados F. Quitar la colcha o cubrecama por la noche puede ser útil.
- No duerma ni se acueste en muebles tapizados (acolchonados).
- Quite las alfombras o tapetes de la recámara.
- Sacuda el polvo de la superficie tan a menudo como sea posible.
- Cuando limpie, utilice un trapeador húmedo o un trapo mojado.
- No utilice aerosoles ni limpiadores en aerosol en la recámara.