La diabetes es una enfermedad crónica que afecta la forma en que el cuerpo procesa el azúcar en la sangre (glucosa). Hay varios tipos de diabetes, pero los dos más comunes son la diabetes tipo 1 y la diabetes tipo 2.

La diabetes tipo 1 generalmente se desarrolla en la infancia o adolescencia y ocurre cuando el sistema inmunológico del cuerpo ataca y destruye las células productoras de insulina en el páncreas. La insulina es una hormona necesaria para que el cuerpo utilice la glucosa como fuente de energía. Las personas con diabetes tipo 1 necesitan inyectarse insulina diariamente para controlar sus niveles de azúcar en la sangre.

La diabetes tipo 2 es más común y generalmente se desarrolla en adultos, aunque también puede afectar a niños y adolescentes. En este caso, el cuerpo no produce suficiente insulina o no la usa de manera efectiva. La diabetes tipo 2 puede estar relacionada con factores genéticos, estilo de vida y obesidad. El tratamiento puede incluir cambios en la dieta, ejercicio, medicamentos orales y, en algunos casos, inyecciones de insulina.

El control adecuado de la diabetes es fundamental para prevenir complicaciones a largo plazo, como enfermedades cardiovasculares, daño a los nervios, problemas renales y problemas oculares. Es importante mantener una alimentación saludable, hacer ejercicio regularmente, monitorear los niveles de azúcar en la sangre y seguir el plan de tratamiento recomendado por un médico.

La diabetes es una enfermedad crónica que afecta la forma en que el cuerpo procesa el azúcar en la sangre (glucosa). | Foto: Justin Paget Photography Ltd/Getty Images

La visión se ve afectada por la diabetes

La diabetes puede causar daño a los vasos sanguíneos de la retina, la parte posterior del ojo, lo que se conoce como retinopatía diabética. La retinopatía diabética es la principal causa de ceguera en adultos en edad laboral.

La retinopatía diabética se desarrolla gradualmente a lo largo del tiempo y es causada por los altos niveles de azúcar en la sangre que dañan los vasos sanguíneos en la retina. Esto puede llevar a la formación de vasos sanguíneos anormales y fugas de líquido en la retina, lo que afecta la visión.

Además de la retinopatía diabética, la diabetes también puede aumentar el riesgo de desarrollar otros problemas oculares, como cataratas y glaucoma.

El control adecuado de los niveles de azúcar en la sangre, la presión arterial y el colesterol también pueden ayudar a reducir el riesgo de complicaciones oculares.

Los pacientes con presbicia alejan el material de lectura para poder ver con claridad, ya que tienen visión borrosa a una distancia normal y sufren fatiga visual.

¿Cómo recuperar la visión afectada por la diabetes?

Una dieta saludable y equilibrada puede ayudar a controlar los niveles de azúcar en la sangre y promover la salud ocular en general. A continuación, algunos consejos dietéticos que pueden ser beneficiosos:

  • Controlar los carbohidratos: Limitar la ingesta de carbohidratos refinados y azúcares simples, como los alimentos procesados, los dulces y las bebidas azucaradas. Es importante opta por fuentes de carbohidratos complejos, como granos enteros, legumbres y verduras.
  • Aumentar la ingesta de fibra: Los alimentos ricos en fibra, como frutas, verduras y granos enteros, pueden ayudar a regular los niveles de azúcar en la sangre y mejorar la salud general.
  • Elegir grasas saludables: Optar por grasas saludables como aceite de oliva, aguacate, nueces y pescados ricos en ácidos grasos omega-3, como el salmón, pueden tener beneficios para la salud ocular.
  • Incorporar alimentos ricos en antioxidantes: Los antioxidantes, como las vitaminas C y E, el zinc y el betacaroteno, pueden ayudar a proteger los ojos del daño causado por los radicales libres. Alimentos como las frutas y verduras de colores brillantes, los frutos secos y las semillas son buenas fuentes de antioxidantes.
  • Mantener una hidratación adecuada: Beber suficiente agua puede ayudar a mantener los ojos hidratados y promover una buena salud ocular.

Cabe recordar que es importante seguir las recomendaciones del médico y/o nutricionista para un plan de alimentación adecuado para cada situación específica. Además, es importante realizar exámenes oculares regulares y seguir el tratamiento recomendado por un oftalmólogo para el manejo de la retinopatía diabética u otros problemas oculares asociados a la diabetes.

Es importante realizar exámenes oculares regulares y seguir el tratamiento recomendado por un oftalmólogo para el manejo de la retinopatía diabética u otros problemas oculares asociados a la diabetes. | Foto: Getty Images