La visión borrosa y los mareos usualmente tienen una relación estrecha, pues el proceso ocular está conectado a otros órganos y sistemas del cuerpo. Si bien la visión borrosa puede provenir de problemas de la vista, no siempre es así.
Según el portal web Mis Doctores, hay dos grupos completamente diferentes que pueden causar esos síntomas. Por un lado, es posible que la persona tenga algún problema ocular o defecto en la vista. Algunas de las afecciones que afectan la visión y, en ocasiones, generan mareos son:
- Miopía, hipermetropía, astigmatismo y presbicia, afecciones que pueden causar “visión borrosa, turbia o desdoblada”. Si no se presta atención a este tipo de problemas, el esfuerzo visual desencadena la sensación de mareo.
- Visión doble o diplopia, que se presenta cuando los ojos no se mueven a la par y también puede provocar inestabilidad y mareo.
- Alteraciones en la córnea como el queratocono, cataratas, problemas en la mácula o la subida brusca de la presión ocular también pueden detonar los mismos signos.
Sin embargo, otras veces la visión borrosa y el mareo no guardan relación con el sistema ocular. Algunas de las posibles causas, de acuerdo con el mencionado portal, son:
- Reajustes puntuales del cuerpo, es decir, un cambio brusco de posición, un bajón de azúcar o una sensación estresante o angustiosa.
- Alteraciones posturales o problemas de cervicales también pueden generar episodios de mareo, acompañados de visión borrosa.
- Las alteraciones de los niveles de azúcar pueden presentar estos síntomas de visión borrosa y mareos, especialmente ante un episodio de hipoglucemia
- Problemas cardiovasculares como tensión arterial alta o baja, colesterol alto, anemia o otros problemas en el corazón: arritmias, valvulopatías o insuficiencia cardíaca.
- Problemas neurológicos como migrañas, vértigo o ictus.
Medline Plus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, destaca que es necesario buscar atención médica si se presentan los siguientes síntomas:
- Ceguera parcial o total en uno o ambos ojos, incluso si es temporal.
- Visión doble, incluso si es temporal.
- Puntos ciegos o zonas de visión distorsionada.
- Visión borrosa repentina con dolor ocular.
- Enrojecimiento en un ojo, dolor y visión borrosa.
Tenga en cuenta que este contenido es netamente informativo, por lo que, en ningún caso, puede suplir la valoración médica de un profesional. Se sugiere concertar una cita con un médico, si lo considera necesario.