En un mundo cada vez más digitalizado, la seguridad de nuestras contraseñas es una de las primeras líneas de defensa contra el cibercrimen. Sin embargo, muchas personas siguen utilizando contraseñas que son extremadamente fáciles de hackear.
La inteligencia artificial ha revelado las contraseñas más comunes y, por ende, más vulnerables. A continuación, exploramos en detalle este listado y ofrecemos recomendaciones para mejorar la seguridad de nuestras cuentas.
Las contraseñas más comunes y vulnerables
La inteligencia artificial analizó millones de contraseñas filtradas y descubrió que muchas personas siguen utilizando combinaciones extremadamente simples y predecibles. Entre las más comunes se encuentran “123456″, “password”, “12345678″ y “qwerty”. Estas encabezan las listas año tras año, a pesar de las repetidas advertencias sobre su falta de seguridad.
Otra categoría que se repite con frecuencia es el uso de nombres propios, como “Ashley” o “Michael”, y de equipos deportivos populares. También son comunes las combinaciones que incluyen el año actual o una secuencia sencilla de números y letras, como “abc123″ o “111111″.
Estas contraseñas son fáciles de recordar, pero también extremadamente fáciles de adivinar para los hackers, que utilizan programas automáticos capaces de probar miles de combinaciones por segundo.
¿Por qué son tan fáciles de hackear?
Las contraseñas mencionadas anteriormente son vulnerables por varias razones. En primer lugar, su popularidad las convierte en los primeros intentos de los hackers. Los programas de fuerza bruta, que prueban combinaciones de contraseñas hasta encontrar la correcta, están diseñados para probar estas opciones comunes en primer lugar.
Además, estas contraseñas carecen de complejidad. Las combinaciones simples de números y letras no ofrecen ninguna resistencia a los algoritmos de cracking, que pueden descifrarlas en cuestión de segundos. Una contraseña segura debe incluir una mezcla de mayúsculas y minúsculas, números y caracteres especiales, y debe evitar cualquier patrón obvio o información personal fácilmente obtenible.
El uso repetido de la misma contraseña para múltiples cuentas también es un problema significativo. Si una contraseña se ve comprometida, todas las cuentas que usan esa misma combinación están en riesgo. Los hackers a menudo prueban las contraseñas filtradas en múltiples sitios para maximizar el daño.
Recomendaciones para crear contraseñas seguras
Para proteger las cuentas y datos personales, es crucial crear contraseñas que sean difíciles de hackear. Aquí hay algunas recomendaciones para mejorar la seguridad de tus contraseñas:
- Utilice una combinación compleja: Incluya letras mayúsculas y minúsculas, números y caracteres especiales. Por ejemplo, una contraseña como “S3cur3P@ssw0rd!” es significativamente más segura que “password123″.
- Evite información personal: No utilice nombres, fechas de nacimiento, o cualquier otra información que pueda ser fácilmente obtenida por los hackers.
- Cree contraseñas largas: Cuanto más larga sea la contraseña, más difícil será de descifrar. Se recomienda un mínimo de 12 caracteres.
- Utilice un gestor de contraseñas: Estas herramientas pueden generar y almacenar contraseñas complejas por usted, lo que elimina la necesidad de recordar múltiples combinaciones complicadas.
- Cambie tus contraseñas regularmente: Actualice tus contraseñas periódicamente y asegúrese de no reutilizar las antiguas.
- Active la autenticación de dos factores (2FA): Este método añade una capa adicional de seguridad al requerir una segunda forma de verificación, como un código enviado a su teléfono móvil, además de su contraseña.
Siguiendo estas recomendaciones, puede aumentar significativamente la protección de sus cuentas y mantenerse un paso adelante en la lucha contra el cibercrimen. La inteligencia artificial ha puesto de manifiesto las debilidades más comunes en nuestras contraseñas; ahora nos toca a nosotros actuar para corregirlas.
*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de El País.