Otro ‘sacudón’ en la Alcaldía de Cali, saldrían varios secretarios

A esta hora suenan fuertemente vientos de cambio en el Centro Administrativo Municipal, CAM, el alcalde de Cali, Alejandro Eder, estaría evaluando en estos momentos la salida de al menos dos miembros de su gabinete y un miembro de su oficina de comunicaciones; en las próximas horas se estaría oficializando la noticia.

Así lo informaron a El País dos fuentes de la Alcaldía y una en el Concejo de Cali, que dan por hecho el remezón al interior del equipo de trabajo de Eder. En este momento, en los pasillos del CAM, el rumor se escucha con fuerza.

Uno de los funcionarios que se confirmó que ya no hace parte de la Alcaldía es Edwin Maldonado, secretario de Desarrollo Económico. Asimismo, se rumora que la directora del Departamento de Hacienda, María Mercedes Prado, estaría en el sonajero.

El País trató de comunicarse con Edwin Maldonado, pero prefirió no pronunciarse al respecto. Este sería el segundo movimiento grande del alcalde Alejandro Eder en su gabinete en menos de ocho meses.

Se espera que en las próximas horas la Oficina de Comunicaciones de la Alcaldía de Cali se pronuncie.

Es importante recordar que este no ha sido el primer movimiento de Eder al interior de la Alcaldía.

La primera en salir de su gabinete fue la entonces secretaria de Bienestar Social, Ana Carolina Quijano, en medio de los cuestionamientos por la lenta puesta en marcha de los programas sociales como lo son los comedores comunitarios y las Unidades de Transformación Social, UTS, donde son atendidos niños de los sectores más vulnerables de Cali.

En el mes de julio, Andrés Stapper, quien se desempeñaba como Secretario de Gobierno, pasó a ser Asesor del Despacho.

Es importante recordar que Stapper, como secretario de Gobierno de Cali, firmó en su momento un contrato por $7625 millones, con Teveandina - Canal 13, para que esta empresa realizará labores de comunicación digital y estratégica, así como la realización de eventos e investigaciones con la población.

El contrato fue cuestionado, entre otros hechos, porque se firmó con una empresa de Cundinamarca, sin tener en cuenta a la empresa caleña y vallecaucana que podía desarrollar las mismas labores del objeto del contrato.