Colombia
¿Qué pasará con los niños que estaban perdidos en la selva?
Una investigación definirá quién se queda con la custodia de los menores, que están internados en el Hospital Militar de Bogotá.
Los cuatro menores de edad que fueron rescatados tras permanecer 40 días en la selva, entre los departamentos de Caquetá y Guaviare, están siendo atendidos por el equipo médico del Hospital Militar de Bogotá.
En horas recientes, dos de los niños pequeños presentaron síntomas de fiebre, pero fueron tratados rápidamente. De acuerdo con la información suministrada por el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), los cuatro continúan estables y mejorando cada vez más.
“Los cuatro niños están muy bien. Hoy, en su tercer día de evolución, están estables médica y nutricionalmente, en su proceso paulatino. Es un proceso progresivo que toma tiempo, pero que requiere una intervención interdisciplinaria, que es la que hemos recibido de parte del Hospital Militar”, aseguró Adriana Velásquez, subdirectora del ICBF.
Lo que vendrá después para ellos, tras su estadía en el Hospital Militar, aún es desconocido. El ICBF está realizando un proceso para el restablecimiento de los derechos de los menores, proceso que está siendo acompañado de manera administrativa por la Procuraduría General de la Nación.
El tinte desconocido se lo otorga la información que fue dada a conocer recientemente sobre las denuncias de que el padre de los dos niños pequeños y padrastro de los dos mayores, Manuel Miller Ranoque, maltrataba y abusaba de los niños.
Estos hechos fueron puestos en conocimiento por la familia materna de los menores y las indagaciones al respecto están a punto de iniciarse.
“Justamente estábamos asegurando que se realizara una reunión de apertura a la serie de indagaciones que debe hacer el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar. Eso es objeto de análisis y de corroboración a partir de las entidades. La ruta aquí se activa, sí, pero tiene absoluta reserva y en eso sí tenemos que ser enfáticos: no podemos revelar datos que para este momento del proceso son solamente facultad de la autoridad administrativa, que es la Defensoría de Familia”, señaló la Subdirectora del ICBF.
La funcionaria indicó que este proceso de restablecimiento de derechos, dada la complejidad del caso, las averiguaciones que deben hacerse y demás, podría tomar varias semanas.
“Quien lidera este proceso es la Defensora de Familia asignada para este caso y lo hace en compañía de un equipo psicosocial. Además, en el marco de una mesa de coordinación interjurisdiccional, étnica e indígena. Pero no nos podemos anticipar a una decisión. Hoy el ICBF toma estricta reserva tanto del análisis y los elementos que aquí se conjugan para identificar si existe un contexto protector”, agregó Velásquez.
El padre y padrastro de los menores negó todos los señalamientos que se hacen en su contra, sin embargo, a él se enfrentan las declaraciones de la familia de Magdalena Mucutuy, madre de los menores fallecida en el accidente de la avioneta, por lo que habrá que esperar qué argumentos expone cada parte.
Al respecto, la directora del ICBF, Astrid Cáceres, también se pronunció afirmando que su entidad ya había escuchado las declaraciones de los abuelos maternos sobre los supuestos hechos de maltrato y abuso.
“Tomamos nota de todo lo que nos dijeron los abuelos y todo esto se incorpora dentro del proceso de restablecimiento de derechos. La autoridad administrativa es quien toma las decisiones”, complementó Cáceres.
Por su parte, la Procuraduría asignó a un Procurador Judicial para que ejerza la intervención administrativa mencionada. Este “asistirá como garante de los derechos de los niños y niñas a la recepción de declaración de uno de los representantes legales de los menores de edad”, informó el Ministerio Público.
Así las cosas, se espera que en los próximos días el Defensor de Familia que sea asignado para el caso llame formalmente a declarar a alguno de los familiares maternos de los cuatro niños para conocer los argumentos y detalles sobre las denuncias que alegarían el presunto maltrato por parte de Manuel Miller Ranoque.