LECTURA
Crónica: Roldanillo, el pueblo que lee unido y en voz alta
Rodalnillo es ejemplo de lectura en voz alta. Esta semana 5.000 personas, cuando sonó la sirena en la plaza, comenzaron a leer al mismo tiempo. Así fue.
A las 10:00 a.m. sonó la sirena en la plaza principal, dos horas antes que de costumbre. Sin embargo, excepto por los bomberos que empezaron a prepararse para una posible emergencia, todos en el pueblo sabían a qué obedecía este llamado aturdidor.
Fue el miércoles 5 de febrero cuando ocurrió, y al menos 5000 personas son testigos del mismo acto repetido en diferentes lugares y al mismo tiempo, durante el lapso de una hora.
El hecho que podría calificarse como magia pura, tal vez sea una de las razones por las que Roldanillo es llamado el pueblo mágico del Valle.
Me limito a describir los hechos para que cada lector haga sus propias conclusiones.
Eran las 10:02 a.m. cuando en la Sala de Lectura Infantil ‘El Rincón de Mateo’ -fundada hace 6 años por la poeta Águeda Pizarro en el Museo Rayo-, la coordinadora Johanna Andrea Gómez empezó a leer un acta de la organización internacional LitWorld donde explican que el 5 de febrero es el día mundial de la lectura en voz alta, y que desde el Museo Rayo se habían unido a esta celebración que coincide con el aniversario de la Sala de Lectura Infantil.
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“LitWorld fundó el Día Mundial de Leer en Voz Alta (WRAD) en el 2010 porque creemos que la lectura es poderosa. Los estudios demuestran que las personas que leen con frecuencia pueden comprender mejor a otras personas, sienten empatía con ellas y ven el mundo desde su perspectiva. Leer en voz alta no solo ayuda a desarrollar habilidades de alfabetización como el dominio de las palabras y la comprensión gramatical, sino que también crea una comunidad y nos conecta los unos a los otros. En el Día de Leer en Voz Alta, personas de todo el mundo leen en voz alta y comparten historias para abogar por la alfabetización como un derecho humano”, leyó Johanna frente a 88 niños de tres colegios locales que habían llegado hasta allí para participar de la celebración.
Después de Johanna, continuó la lectura el gestor cultural, Óscar Benítez, “Aates de Omar Rayo, Roldanillo ya era mágico, no debemos olvidar que aquí nacieron los escritores Eustaquio Palacios, autor de ‘El Alférez Real’, y Carlos Villafañe, quien escribió el poema ‘La vía dolorosa’ que dice: ‘Yo mismo la enterré, yo mismo un día...’”, así siguió él por algunos minutos más.
Mientras tanto, a tres cuadras de allí, en la estación de bomberos ya habían confirmado que no se trataba de una emergencia, sino de un evento cultural, en el que ellos mismos iban a participar, puesto que la comandante Rosario Gómez organizó en círculo a la brigada que estaba en ese momento de turno, les pidió sentarse y para sorpresa de ellos empezó a leerles ‘¿Quién quiere adoptarme?’, un libro infantil de la autora Fina Casalderrey.
Entre los beneficios de leer en voz alta se cuentan: aumento de la concentración, de las aptitudes de escritura, habla y escucha. Incremento del vocabulario, estímulo para la memoria, y también agudiza la observación y la imaginación.
En ese mismo instante, en la I. E. Normal Superior Jorge Isaacs, ubicada a unas 10 cuadras del museo, se encontraba Juan Manuel Alzate, un joven de 16 años del grado 9-2, quien con su compañero Juan Esteban, se turnaban para leer otro libro en voz alta para los pequeños Víctor, Samuel y Brayan, de preescolar.
Un par de metros más allá, María José, Juana Valentina y Alejandra, también de noveno grado, les leían ‘Pulgarcita’ de Hans Christian Andersen, a Samanta, Salomé, Jennifer, Héctor y Steven.
Por toda la institución se encontraban más grupos de estudiantes repitiendo el mismo acto, pero con otros libros. Igual sucedía en las zonas verdes y en las canchas deportivas, donde uno apuntara la mirada había estudiantes leyéndose unos a otros.
El grupo más grande lo constituían 28 niños de primaria a quienes Alejandra Motato, una de las 10 promotoras de lectura del Museo Rayo, les leía ‘Hambre de lobo’ y después ‘El león y los escarabajos estercoleros’. Igual sucedió en las otras 8 instituciones educativas de Roldanillo, niños y jóvenes reunidos durante ese instante mágico conjurado por la lectura.
También en la plaza principal, algunos niños leían a los adultos que a las diez de la mañana estaban sentados en las bancas del parque, incluso en la alcaldía municipal otra promotora estuvo compartiendo lecturas con los servidores públicos.
Eran las 10:45 a.m. y en el ancianato San Vicente de Paul, estaban reunidos 16 abuelos, tres en silla de ruedas, cinco con bastones, uno con boina, uno con sombrero, dos con gorras, dos con moña, una con diadema y otra con gancho azul. Todos con edades entre los 64 y 97 años, sin embargo cuando pregunté a la promotora Diana Cosme qué libros les estaba leyendo, me dijo como algo obvio: “libros de niños”. Me quedé unos minutos allí observando cómo cada uno de ellos volvía a ser niño por la magia de la lectura, entonces sonó de nuevo la sirena.
Otros países
La ONG LitWorld fue creada en 2007 por Pam Allyn, una docente y escritora, quien tras un viaje por Nairobi, Kenia, decidiera fundar una organización para fomentar la lectura infantil y la alfabetización.
Desde entonces LitWorld se dedica a fortalecer la educación de los niños con programas culturales basados en el poder tranformador de las historias, así como apoya la labor de la Sala de Lectura Infantil del Museo Rayo, también adelantan programas en otros 27 países
del mundo.
Lectura en voz alta
LitWorld creó el Día Mundial de la Lectura en Voz Alta (World Read Aloud Day) como una forma de conectar diferentes culturas por el amor a la lectura, a esto se debe que el miércoles 5 de febrero, al igual que sucedió en Roldanillo, también en Filipinas, Pakistán, Estados Unidos, entre otros países, se realizaran diferentes jornadas de lectura.
Zona rural
La jornada de lectura realizada en Roldanillo también llegó hasta sus corregimientos y veredas, esto fue posible por el programa ‘Rayo viajero’ de la Sala de Lectura que envía promotores con maletas de libros hasta estos lugares.