CULTURA
La diversidad del idioma español podría 'enloquecer' a la inteligencia artificial
Uno de los temas centrales del IX Congreso Internacional de la Lengua Española (CILE) que se celebra en la ciudad andaluza de Cádiz del lunes al jueves es la inteligencia artificial.
La inteligencia artificial necesitará mucho alimento para que todo hablante del español se pueda dirigir a ella con naturalidad, teniendo en cuenta sus 21 variedades nacionales, acentos, subacentos y jergas como la gaditana o el lunfardo.
Uno de los temas centrales del IX Congreso Internacional de la Lengua Española (CILE) que se celebra en la ciudad andaluza de Cádiz (España), entre el lunes y jueves, es la inteligencia artificial, y el acto inaugural dejó un momento que da una idea del trecho que tienen que recorrer las máquinas.
Fue cuando el alcalde de la ciudad anfitriona, José María González Santos, más conocido como Kichi, le deseó a los participantes que lo pasen bien, en pura habla gaditana.
"Señoras y señores, estén al 'liquindoi', aprovechen 'la collá' y la 'conviá', disfruten del 'tangai', para que cuando les toque 'guannajarse' puedan decir con orgullo que este congreso ha sido un 'bastinazo'", lanzó Kichi.
Pues bien, esto es lo que transcribió uno de los programas más populares del mundo: "señoras y señores, China lindo y aproveche la ***** y la cumbia y disfruten del tangai para que cuando les toque guardarse puedan decir con orgullo que este congreso ha sido un partidazo".
Lea además: Pedro Almodóvar lanzará su primer libro de ficción con fragmentos biográficos
Esto, explicó Virginia Bertolotti, lingüista uruguaya, "es una muestra de que si alimentamos las inteligencias artificiales con algo que es relativamente plano, como es internet, hay cosas que hacen muy bien, pero hay cosas que no pueden hacer".
"Si yo le digo 'hazme un diálogo entre gauchos del siglo XIX', hace cualquier cosa", sostuvo esta catedrática de la Universidad de la República, miembro de la Academia de Letras de Uruguay.
Correctores incorrectos
La inteligencia artificial es la "disciplina científica que se ocupa de crear programas informáticos que ejecutan operaciones comparables a las que realiza la mente humana", según la definición de la Real Academia de la Lengua (RAE), que la eligió palabra del año en 2022.
Es un campo con mucho en juego, indicó el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, cuando advirtió que hay que "posicionar el español en el núcleo central de la Inteligencia Artificial (IA), en el metaverso".
Muchos de los inventos de esta nueva disciplina son ya de uso común, como los correctores, los traductores, o los redactores o "chatbots".
El problema de estas herramientas, advirtió el director de la Real Academia de la Lengua, Santiago Muñoz Machado, es que estos instrumentos "no usan el canon panhispánico de la lengua, sino el canon de Silicon Valley".
"Hemos advertido en la Academia que lo que nos corrige ese corrector, normalmente no es correcto, y no son juegos de palabras, es exactamente así", ahondó.
Le puede interesar: Película animada 'La Otra Forma' llega a las salas de cine
El remedio, explicó Bertolotti, sería "sofisticar" la gran cantidad de datos que la inteligencia artificial barre de internet, mediante "muchos materiales que son pequeños corpus de especialidades, que hemos ido trabajando en investigación lingüística".
"El habla de la calle, el habla cotidiana, en el caso del español, que es una lengua de mucho espesor cultural, con una gran distribución geográfica, no necesariamente está capturado por el tipo de datos que se suelen utilizar para entrenar a las inteligencias artificiales", argumentó la lingüista.
El problema de la lista de la compra
Asunción Gómez-Pérez, miembro de la RAE y asesora en inteligencia artificial del gobierno de España, cree que podría acabar dándose el caso de que unas variantes del español acaben siendo más dominantes que otras en la inteligencia artificial.
"Los modelos del lenguaje que estamos utilizando ahora se nutren de grandes cantidades de textos que han sido escritos por personas las cuales pertenecen a ciertos países y utilizan cierto vocabulario", explicó.
"Cuantos más textos haya de una variante, más posibilidades tiene esa variedad de ser la aceptada", concluyó Gómez-Pérez.
Si acaba siendo el caso, esas avanzadillas domésticas de la inteligencia artificial que son Siri y Alexa sufrirán para entender que cuando se les pide que incluyan en la lista del supermercado ejotes, agujas, chauchas, frijoles verdes, navajitas o judías verdes, se les está pidiendo exactamente lo mismo.