RAFAEL POMBO
Rafael Pombo: la antología que muestra el otro lado del icónico escritor
Rafael Pombo es amado por personajes como Rinrín Renacuajo y la Pobre Viejecita. Una nueva antología nos muestra, además, al poeta romántico, político, y al traductor.
Cuando se habla de Rafael Pombo, uno de los poetas fundamentales de la tradición colombiana, los primeros referentes que vienen a la mente son nostálgicos y hacen referencia a los personajes entrañables de la infancia que todos recitamos en los tiempos del colegio.
“El hijo de Rana, Rinrín Renacuajo / Salió esta mañana muy tieso y muy majo”. “Simón el Bobito llamó al pastelero: ¡A ver los pasteles, los quiero probar!”. “Érase una viejecita / Sin nadita que comer / Sino carnes, frutas, dulces, / Tortas, huevos, pan y pez”.
No obstante, como lo describe el poeta y gestor cultural Federico Díaz-Granados, quien estuvo a cargo del prólogo y la selección de poemas para la más reciente antología de Pombo, que acaba de ser publicada por Seix-Barral, “es importante que recuperemos a un Rafael Pombo total. Para mí, fue el último poeta nacional. Que le da identidad y cohesión a todo el país, y eso ocurre por sus poemas y cuentos infantiles que recitamos desde La Guajira hasta el Amazonas, pues entra una nostalgia fuerte de lo colombiano”.
Pero esta antología cumple otro propósito: “Pombo escribió más de 1400 poemas, no le tuvo miedo a ninguna forma o tema: podía entregarse a la traducción de tradiciones británicas o nórdicas, y traerlas al contexto bogotano. Podía hacer una obra completamente nihilista, como ‘De Tinieblas’, o podía hacer un poema de ocasión para un amigo que se iba a casar, o un poema a la Virgen María, o un poema político, en fin, entonces es un poeta muy desigual y prolífico. Por eso es importante que cada generación lo revisite. En esta obra hemos seleccionado esos poemas que creemos que son los que más merecen ser conocidos y recordados, según el criterio de quien hace la edición”.
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La meta es que alguien que se asome por primera vez a Pombo encuentre aquí una selección esencial.
Hace un tiempo se discutió si algunos de los poemas de Pombo eran en realidad originales, y . Díaz-Granados aclara que Pombo fue diplomático y, en 1867, la casa Appleton & Co, de Nueva York, le encargó una traducción de cuentos y tradición oral anglosajona conocida como Nursery Rhimes of Mother Goose Rhymes, “Y lo que hace en su infinita genialidad es adoptar todas esas fábulas al ingenio bogotano. Cómo logra él que una tradición anglosajona de la Edad Media la pongas a hablar en bogotano del barrio La Candelaria, siglo IXX, y lo pongas a hablar como un rolo, y le pongas las vestimentas y la picaresca bogotana. Ese fue el aporte que hizo, volver unas tradiciones universales, traerlas a lo local, y hacerlas de vuelta universales, en unas versiones adaptadas a nuestro mundo”.
Y añade: “Rinrín y la Pobre Viejecita son universales, y por eso somos identificados como colombianos a luz del tiempo. Esa es la genialidad de Pombo”.
El rango de edad de los lectores de Pombo es amplio, desde los niños hasta los adultos: “El poema más famoso del Pombo romántico es ‘La hora de tinieblas’, y para los críticos el que titula ‘De noche’ es el gran poema colombiano junto al ‘Nocturno’ de Silva”.
En la nueva antología encontraremos “al Pombo del romanticismo, con ‘De Tinieblas’, un poema que tiene 61 estrofas, muy largo, una maravilla. Tienes el poema Edda, que en su momento firma con nombre de mujer y los círculos de Popayán se preguntaban quién era. Tenemos poemas como ‘El último instante’, y poemas políticos como ‘Los Filibusteros’, el primer gran poema antiimperialista que se escribe en América, con lo que se anticipa a Martí y a Rubén Darío, porque está en los Estados Unidos en plena guerra de secesión y se da cuenta del afán expansionista y de cómo se quieren anexar tierras mexicanas”.
Está también el poema a Jose Eusebio Caro, precursor del romanticismo, uno de los fundadores del partido conservador, el maestro de Pombo, entre otros que muestran su enorme versatilidad. Y no podía faltar la selección de poemas infantiles, como categoría aparte.
El Pombo traductor también es muy importante, y por eso se le dedica un apartado: “Porque estamos frente a un poeta de gran sensibilidad, deslumbrado con el movimiento romántico, que tiene conexión con lo anglosajón por lo que ve en las bibliotecas de EE. UU., y por vivir de primera mano el esplendor romántico. Pombo traduce a poetas que cuidaban mucho la forma, poemas con métricas y rimas muy precisas, y él, conocedor de las formas del soneto, la décima, las octavas, arte mayor y menor, trae al español -con la mayor fidelidad- esos poemas manteniendo la forma, la esencia y el espíritu del original.
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Así pues, esta antología será la posibilidad de conocer o revisitar a un Pombo intelectual, estadista y ciudadano del mundo, para ampliar la admiración que le profesamos.
El Pombo de la infancia
“Rafael Pombo no solo es grande por los poemas de infancia que todos recordamos. También lo es por esa obra más bien desconocida, a veces existencialista (y sin duda fascinante) que sigue esperando lectores”, dice la escritora e investigadora Beatriz Helena Robledo, especializada en literatura infantil y juvenil.
Pastorcita
Pastorcita perdió sus ovejas
¡Y quién sabe por dónde andarán!
-No te enfades, que oyeron sus quejas
Y ellas mismas bien pronto vendrán
Y no vendrán solas, que traerán sus colas, y ovejas y colas gran fiesta darán.
Rafael Pombo ha sido antologado en ediciones diversas, como aquella en la que fue cantado por Carlos Vives.