60 hectáreas restauradas y más de 9.000 árboles sembrados son reflejo del compromiso de Palmira con el medio ambiente. El Vivero Municipal es clave para la conservación de los árboles nativos.
Hablar de árboles es hablar de uno de los recursos naturales renovables más importantes para el ser humano. Su siembra no solo es necesaria para mejorar la calidad del aire, sino también para disminuir las altas temperaturas, entre muchos otros beneficios para la población.
Dada su importancia, no resulta sorprendente que ciudades como Palmira le apuesten cada vez más a la construcción de paisajes urbanísticos y a la recuperación de las zonas rurales, puesto que estas acciones se traducen en el mejoramiento de la calidad de vida de sus habitantes.
Por eso, a través de la Dirección de Gestión del Medio Ambiente y su programa Ruta Verde, el Municipio contempla la restauración arbórea en la zona rural y urbana, con el fin de embellecer la ciudad y disminuir el impacto del cambio climático en el territorio.
“Cuando logramos hacer una restauración dentro de nuestra zona plana, además de poner bonita nuestra ciudad, también estamos sembrando árboles que realizarán procesos de oxigenación y de captura de carbono, que permitirán reducir las islas de calor que se crean en los centros urbanos”, sostiene Óscar Perengüez, director de Gestión del Medio Ambiente, de Palmira.
Desde la creación del programa en 2020, se han restaurado cerca de 60 hectáreas a nivel rural y se han sembrado 9.205 árboles en el casco urbano, en parques y zonas verdes. Una cifra que roza la meta de 10.000 establecida para este cuatrienio y que esperan alcanzar en el transcurso del presente año.
Lo anterior solo ha sido posible gracias a las convocatorias semanales para la siembra de 100 árboles y a la asistencia masiva de entre 80 y 150 personas de la comunidad, el Ejército Nacional, la Policía Metropolitana, la Gobernación del Valle y demás entidades que unen sus esfuerzos en pro de una Villa de las Palmas más verde.
“La efectividad que hemos tenido en el tema de arborización en la parte urbana es precisamente esa articulación y respuesta positiva en cada siembra. Eso nos ha permitido alcanzar nuestras metas en muy poco tiempo. Sin duda, nos sentimos orgullosos de poder llevar embellecimiento a nuestro Municipio”, agrega Perengüez.
De otra parte. una de las campañas más aplaudidas por la comunidad es la creación de un vivero municipal con especies nativas del bosque seco tropical, las cuales han sido usadas para la siembra de un total de 9.205 árboles.
Perengüez explica que en esos predios que hacen parte del Bosque Municipal, se trabaja en conjunto con otras entidades, como el Batallón de Desminados. “Hacemos recorridos conjuntos por todo el territorio palmirano para identificar cuáles son esas especies nativas de nuestro Municipio. Una vez las identificamos, las recogemos y las reproducimos. Y cuando ya tienen una altura óptima, procedemos a la siembra”, explicó el funcionario.
Por otro lado, la Dirección de Gestión del Medio Ambiente se encuentra en proceso de articulación con Invías, pues se necesita el permiso de esta entidad para poder embellecer ciertos corredores viales con material vegetal. “No es fácil porque son organismos nacionales, pero hemos tenido un primer acercamiento y parece que es factible”, confiesa Perengüez.
A lo largo y ancho del territorio palmirano, los árboles se roban las miradas de transeúntes y visitantes, puesto que además de teñir de verde la ciudad le proporcionan beneficios a la comunidad, como la belleza de sus flores y la proliferación de aves propias de la región.
Samir Castillo, coordinador de zonas verdes de la Dirección de Gestión del Medio Ambiente de Palmira, identificó los sectores destacados por su abundante arborización y belleza natural.
“La Carrera 28, vía a Amaime; la Comuna 2 y, por supuesto, el Bosque Municipal, el cual en 16 hectáreas alberga 3.000 individuos arbóreos, por lo cual es reconocido por los palmiranos como el Pulmón de Palmira”, anota el funcionario.
Cabe resaltar que algunas de las especies de árboles que se encuentran con mayor frecuencia en Palmira son: acacias, guayacanes, gualanday, samanes, ficus, palmas y ceibas, entre otras.
Por su parte, en el corregimiento de Combia, zona rural del Municipio, predomina la palma de cera. Incluso, el director de Gestión del Medio Ambiente de Palmira, Óscar Perengüez, reconoce que este sector puede tener una mayor cifra de estas plantas que la que hay en el Valle del Cocora. “Lo positivo es que por nuestra ubicación geográfica tenemos una gran cantidad de especies que son un espectáculo”, señala.
Sin embargo, aún falta mucho por hacer, pues al parecer el territorio no ha sido explorado ni explotado como potencial turístico. Además, Samir Castillo admite que también hay sectores de la ciudad donde no hay suficiente vegetación. “Uno de ellos es el centro, debido a su arquitectura colonial. Este tipo de construcción carece de zonas verdes y su desarrollo data de la historia donde priorizaban el pavimento, generando aumento de temperatura e islas de calor en la zona”, explica el Coordinador de Zonas Verdes.
DATO CLAVE: Según el último censo realizado por la Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca (CVC), en el 2018, la Villa de las Palmas contaba con 39.507 árboles. Con la estrategia Ruta Verde se espera que hayan aumentado, pero aún no se sabe la cifra exacta.