¿Cuántos vasos de agua bebe al día?

En griego agua se dice ‘hudor’, esa u suena como una i francesa, de ahí se deriva la palabra hidrografía, hidrante, hidratación. Con razón el médico comienza con esa pregunta clave: ¿Cuánta agua bebe al día? Es elemento vital igual que el pan. En el campo bíblico el agua es una palabra que se encuentra al menos en 1930 versículos. En el Nuevo Testamento el agua indica la vida que viene de Jesús, Él es la fuente del agua viva, es decir, el único acceso decisivo: “El que tenga sed que venga a mí y beba” (Juan 7,37). Y el último libro de la Biblia, el Apocalipsis, remata diciendo: “El que quiera, beba gratis del agua viva” (22,17).

Una página memorable del evangelio de Juan se proclama hoy en todos los templos, es un texto largo, progresivo: Dame de beber (Jesús); ¿eres más grande que nuestro padre Jacob, que nos dio este pozo? (la mujer samaritana). En 4,19 la mujer pronuncia ya un título: “Veo que eres profeta”. Sólo Dios conoce el corazón de hombres y mujeres y su vida privada, porque es Él quien los ha creado. En 4,25 la mujer samaritana dice algo de su esperanza religiosa: “Sé que va a venir el Mesías, el llamado Cristo; cuando él venga nos lo explicará todo”. Al final, en 4,42 los paisanos de la mujer dicen: “Ya no creemos por lo que tú nos dijiste, sino porque nosotros mismos lo hemos oído y sabemos que este es verdaderamente el Salvador del mundo”.

Jesús de Nazaret, el que pide de beber al comienzo del relato, se convierte en regalo, en agua de vida eterna. La samaritana encuentra al ‘hombre de Dios’ después de una serie insoportable de hombres (seis maridos) y se convierte en anunciadora del Mesías entre los samaritanos. La liturgia cuaresmal nos conduce con gran pedagogía hacia la pascua: Después de las tentaciones de Jesús en el desierto (primer domingo de Cuaresma) y de su Transfiguración (segundo domingo), los siguientes tercero, cuarto y quinto presentan tres pasajes ‘bautismales’: el agua viva ofrecida a la mujer samaritana (hoy, 12 de marzo), la curación del ciego de nacimiento (19 de marzo) y la resurrección de Lázaro (26 de marzo). La mujer samaritana hace un gesto: Abandona su cántaro (el agua material ya no le interesa) y se va al pueblo a anunciar lo sucedido: su encuentro con el Mesías. ¿Cuántos vasos de agua bebes al día? ¿Quién podrá calmar nuestra sed?