Hosanna al hijo de David

Por: Padre Wiston Mosquera Moreno, vicario general de la Arquidiócesis de Cali

Hoy domingo 2 de abril inicia para los cristianos la Semana Santa, fecha en que todos los cristianos conmemoramos la Pasión, muerte y Resurrección de Jesucristo, es decir el fundamento de nuestra fe y por este motivo iniciamos conmemorando la entrada de Jesús en Jerusalén, a la ciudad donde posteriormente sería condenado a muerte por la claridad y precisión de sus palabras.

La liturgia de la Iglesia nos invita a vivir una de las procesiones mandadas por la iglesia, en la cual todas las comunidades parroquiales caminan sinodalmente por sus calles, batiendo palmas o plantas que se bendicen y luego pueden ser sembradas en lugares que necesiten ser reforestados o simplemente dejarse como adornos en casa o antejardín de la misma.

Jesús entra en Jerusalén como rey, recibiendo el canto de los niños y de la gente sencilla que extiende sus palmas y hasta ropas como señal de bienvenida. Es el rey que viene en nombre del señor.

La lectura del texto bíblico de la Pasión que se lee en este día sintetiza con grandes detalles toda la situación Dolorosa e injusta por la que había de pasar el hijo de Dios y cómo incluso sus compañeros se hicieron a un lado dejándolo solo y a su suerte por miedo a pasar por la misma realidad de su mentor.

Leyendo la Pasión nos damos cuenta que el camino real para la promoción del ser humano es el amor a los demás, hasta el punto de dar la vida por sus semejantes, esto es lo que nos enseña Jesús a todos los cristianos y a todas las personas de buena voluntad a lo largo de esta intensa semana de pasión.

Lo importante de todo este tiempo no es recordar con tristeza lo que Cristo padeció, sino entender por qué murió y resucitó, para ser nuestro salvador y perdonar nuestros pecados.

Es celebrar y revivir su entrega a la muerte por amor a nosotros y el poder de su resurrección, que es primicia de la nuestra, la semana mayor es la oportunidad de comenzar una vida nueva de entregarnos a Dios y dejarnos conducir por él. Hoy queremos invitar a todos los creyentes a asumir con entusiasmo las palabras de Jesús de manera que en la posición en la que usted se encuentre sea un verdadero discípulo del Señor del tiempo y de la historia. Mt.26, 14 – 27,66.