Conflicto entre vecinos

No voy a hablar del conflicto entre Hamás e Israel. No puedo. La emoción, el inmenso dolor, la confusión y el desespero me embargan y nublan mi pensamiento. No me puedo expresar. La guerra es una realidad terrible, difícil de comprender y menos de explicar. Cómo “calificar lo incalificable”, decía en su hora Primo Levi, sobreviviente de los campos de concentración nazi. ¡Imposible!

Prefiero hablar de cine, mi refugio e inspiración y de un conflicto entre vecinos cinematográfico que se encuentra en cartelera y recomiendo. Se trata de ‘Las Bestias’, la última película del joven (42 años) y excelente director español Rodrigo Sorogoyen (Que Dios nos perdone; Stockholm; Madre; El reino) que ganó nueve premios Goya (mejor película, mejor director, mejor guion original…) y llegó a Colombia como parte del Bogotá International Film (BIFF).

Con dos horas y cuarto de duración, la película se inspira de una historia real y sigue con precisión y suspenso a una pareja francesa y educada que decide instalarse en una zona rural de Galicia, para estar en contacto con la naturaleza y la intención de vivir de sus cosechas y de la reparación de viejas casonas que pretenden llenar de turistas. Aislados del mundo, la pareja encuentra la felicidad y la tranquilidad en medio de las verduras orgánicas que cultivan y venden en las ferias semanales.

Pero su comportamiento no gusta a mucha gente que los rodea; los sorprende e irrita, en especial, a sus vecinos más cercanos, dos hermanos solteros que viven con su madre, nacidos y crecidos en este pueblo, con la fuerte sensación de que les pertenece y no están dispuestos o preparados a compartirlo con extraños. También muy disgustados ellos porque los intrusos se oponen a firmar la venta de su casa y otras a una empresa energética, alegando razones ecológicas que no comprenden.

Por lo tanto, deciden hacerles la vida imposible, para obligarlos a partir. Los humillan con palabras soeces, se meten en su casa a dejar basura, orinan sobre sus muebles, los asustan en la carretera en plena noche y llegan hasta envenenar sus bien cuidadas tierras y plantaciones. Entretanto, la tensión sube y la violencia también. Y la vida de los franceses se torna en una pesadilla. Pero el marido no quiere ceder y se aferra a lo que llama ‘su proyecto de vida’, con más planes de trabajo en el futuro. Su esposa no está de acuerdo, pero por amor lo respalda, a pesar del ambiente cada día más adverso. Tampoco encuentra ayuda con la Guardia Civil del pueblo que alerta a diario, con pruebas en mano.

El suspenso semejante a un volcán en erupción lenta y dolorosa que mezcla lo peor y más primitivo de la condición humana: machismo, xenofobia, intolerancia, ignorancia, odio, rabia y violencia extrema. Durante 137 minutos nos lleva de la mano para meternos en los zapatos y la vida misma de los protagonistas de este complicado conflicto entre vecinos y el presagio de un desenlace cruel. Por fortuna existe el amor que llega a nuestro rescate como salvador y esperanzador de vida. La película termina sobre una nota optimista.

‘Las Bestias’ es una obra magistral. Invita a la reflexión y la necesidad de comprender el dolor y las molestias de los demás para actuar en consecuencia y fomentar la paz, sin recurrir a la violencia, que lo destruye todo. Comienza con una escena simbólica de caballos que se quieren domesticar y su explicación al final. También interesante ver el papel de la mujer en el conflicto y su lucha por realizar los sueños de su marido. En una entrevista, Rodrigo Sorogoyen dice que los hombres son brutales y resuelven sus problemas a su manera. En cambio, las mujeres son más serenas y civilizadas; pueden conversar y llegar a mejores acuerdos. Resultado: necesitamos de más mujeres en posición de jefe de Estado, para este mundo tan convulsionado.