Columnistas
El rincón del ‘diablo’
Se trata de una panadería llamada Los Manjares y los hinchas del América de Cali no lo dudan: es la más linda del mundo.
El rincón del ‘diablo’ queda muy cerca de la iglesia de Carmen de Viboral, en el oriente de Antioquia, aquel pueblo conocido como ‘la cuna de la cerámica artesanal’, tierra de uno de los grandes poetas de Colombia, José Manuel Arango.
Cuando se acaba la misa de las 6:00 de la tarde, el rincón del ‘diablo’ se llena de feligreses hambrientos. Lo mismo ocurre en días de jornada del fútbol colombiano, cuando el rincón del ‘diablo’ se convierte en una especie de tribuna de estadio con aficionados que se encuentran a ver los partidos por televisión.
Se trata de una panadería llamada Los Manjares y los hinchas del América de Cali no lo dudan: es la más linda del mundo. Está pintada de blanco y rojo, como el equipo, y en sus paredes hay más artículos alusivos al América que panes en sus vitrinas. Como si más bien fuera un museo de los ‘diablos rojos’. ¿Un templo del América en el corazón de Antioquia, la tierra del Nacional y del Independiente Medellín?, se pregunta la mayoría extrañada.
Su propietario, un panadero que está seguro de no tener tocayo en el mundo, se sonríe. Su nombre es Luvin Alonso Londoño Valencia, y aunque es ‘paisa de pura cepa’, desde niño se hizo hincha del América. “Lo que pasa” –explica– “es que el más grande tiene hinchas en todas partes”.
A Luvin lo conocen en el pueblo como el ‘Chapulín’. Él nació en una vereda cercana al Carmen de Viboral, y como en la casa no tenía televisor, iba hasta donde una vecina para que le dejara ver el Chapulín Colorado. Desde entonces le pusieron el remoquete.
En ese mismo televisor, Luvin se hizo hincha del América. Él tenía 6 años cuando vio a ‘La mechita’ campeona por primera vez en 1979 y no hubo vuelta atrás, se convirtió en el aficionado más fervoroso de los ‘diablos rojos’ en Antioquia. Se iba en bus desde El Carmen de Viboral hasta el estadio Pascual Guerrero de Cali sin importarle las 12 horas de distancia. Aún lo hace. Luvin, cada año, se abona e intenta ir a todos los partidos.
Ya está preparando la fiesta que le va a armar al equipo en la cuarta fecha del torneo de este año, cuando América visita a Rionegro. Además de panadería, Luvin tiene una barra llamada ‘La familia americana del Carmen de Viboral’, y al parecer su pasión por el equipo es altamente contagiosa: la barra la conforman 1100 personas tanto del municipio como de los alrededores.
Cuando Luvin comenzó a trabajar a sueldo en una panadería, su sueño era tener una propia dedicada al América. Hace 22 años logró abrirla. En Los Manjares las mesas son del América, así como los servilleteros. En las paredes hay fotos, afiches, banderas, camisetas del equipo. También hay colección de pocillos y de balones. Una de las tejas está decorada con el rostro de su ídolo de infancia, Anthony ‘el pipa’ de Ávila, el goleador histórico.
El lateral izquierdo Nicolás Giraldo, quien jugó en el América y es del Carmen de Viboral, le regaló la camiseta autografiada por todo el plantel que logró el título en 2020; hace unos días le llevaron la camiseta autografiada por Ernesto ‘el tecla’ Farías, el delantero argentino que fue fundamental para lograr el ascenso a la primera división. Un cliente le regaló a Luvin dos boletas, una de oriental y otra de occidental, de la final legendaria en el Pascual Guerrero de la primera estrella de 1979.
Luvin cuenta que jamás ha tenido problemas en su pueblo por ser hincha del América. Al contrario, además de los feligreses, entre sus clientes fieles se cuentan hinchas del Nacional y del Medellín que acuden a su panadería como recordando que el fútbol es más bien una hermandad. Los Manjares es un símbolo de paz y de amor por el fútbol, por un equipo, que también puede ser un amor algo loco.
Luvin tiene una colección de 300 camisetas del América. Todos los días se pone una. Su cobija es roja con un estampado que dice “orgullo escarlata”. Y le gusta una ranchera que dice: “Cuando me muera levanten una cruz americana. Con sus estrellas que admiro, cuando salen a la cancha, mechita eres mi destino, contigo en las buenas y malas”.