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La mayoría de nosotros piensa de una manera, habla de otra y actúa de otra. Pero Gandhi no era así.
![Gonzalo Gallo](https://www.semana.com/resizer/v2/BQJ3BARQFZB2JFZ52L6HDSKHHE.png?auth=7ce6dbc0c776b5d8f592a0757d7887bc07c3a11f063bacd20eb95303ed1141df&smart=true&quality=75&width=1280&height=720)
A Gandhi y a su esposa los casaron sus padres cuando ellos solo tenían trece años.
Gandhi se opuso después a esa costumbre de la India, tan contraria a la libertad y otros valores.
Una cualidad muy digna de admiración en este líder del pacifismo y la tolerancia fue su capacidad orante.
“La oración es la fuerza de alma”, decía, y también aseguraba que la oración le había salvado la vida.
“Ella me dio paz, fortaleza y me libró de la desesperación en las experiencias más difíciles”.
Gandhi fue un creyente convencido y también un ser coherente como pocos.
La mayoría de nosotros piensa de una manera, habla de otra y actúa de otra. Pero Gandhi no era así.
Él decía lo que creía y lo ponía en práctica. Su mente, su cuerpo y su espíritu estaban en armonía.
@gonzalogallog
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