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Antonio de Roux

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Un valluno al servicio de Colombia

Ahora, tras esa campaña digna y limpia, el Canciller ha tenido el acierto de volver sus ojos hacia este coterráneo para que retome el trabajo iniciado en Estados Unidos.

1 de julio de 2024 Por: Antonio de Roux

Óscar Gamboa es un vallecaucano nacido en Buenaventura, a quien conozco desde hace años, pero con quien nunca había tenido la oportunidad de conversar. La ocasión llegó hace unas tres semanas cuando nos reunimos para compartir café y pandebono e intercambiar opiniones sobre esta Colombia tan querida como adolorida. Con el encuentro deseaba satisfacer esa curiosidad respetuosa que abrigamos sobre personas sobresalientes a quienes hemos admirado desde la distancia.

La vida de Gamboa está llena de merecimientos. Luchando contra las limitaciones materiales obtuvo el grado como químico farmacéutico de la Universidad de Antioquia y posteriormente hizo estudios de ingeniería industrial en la Autónoma de Occidente. Su formación académica se completaría con la especialización en desarrollo comunitario de la INCCA y la Maestría sobre gerencia del desarrollo en la Universidad de Los Andes.

Armado de conocimientos y vocación de servicio, Óscar ha protagonizado una brillante carrera profesional. Tras su vinculación por más de trece años al sector privado ocupó entre otras posiciones las de Director Ejecutivo de a Federación de Municipios del Pacífico; Asesor de Asuntos Afrodescendientes de la Gobernación del Valle; Director del Programa Presidencial para el Desarrollo de la Población Afro, Palenquera y Raizal; Gobernador encargado del Chocó y Asesor para el Posconflicto de la Alcaldía de Cali. Además, fue asesor de Rafael Pardo, ministro del posconflicto, de la Universidad Santiago de Cali en asuntos internacionales y de Asocaña. Igualmente, ha sido consultor del Banco Mundial y apoya centros de pensamiento de Washington DC como Global América y Atlantic Council.

Dada su basta red de relaciones, que incluye sectores políticos, académicos y ciudadanos de los Estados Unidos, fue llamado por Juan Carlos Pinzón Bueno, embajador en Washington, para desempeñar el cargo de Ministro Consejero sobre Asuntos Políticos. Una responsabilidad que se extendería durante el gobierno Petro y la gestión del embajador de entonces y hoy Canciller Luis Gilberto Murillo, su compañero de lucha por llevar mejor calidad de vida a los afrodescendientes.

El paso de Óscar Gamboa por la capital norteamericana y su rica experiencia lo llevaron a construir sólidas relaciones personales con el congresista Gregory Meeks del poderoso ‘Congressional Black Caucus’. Este personaje desde la presidencia del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara fue vital para concretar el apoyo bipartidista que ha inscrito el tema afro y raizal en la agenda Colombia-USA.

Haciendo una demostración de amor patrio que lo honra, Óscar Gamboa renunció a mediados del año pasado a su posición diplomática e intentó ser elegido sin padrinos ni paracaídas como gobernador del Valle. Ahora, tras esa campaña digna y limpia, el Canciller ha tenido el acierto de volver sus ojos hacia este coterráneo para que retome el trabajo iniciado en Estados Unidos.

Esta designación reviste particular importancia ante la coyuntura electoral plagada de incertidumbre que vive aquel país. Es el momento de diplomáticos como Óscar: experimentados, capaces de actuar con asertividad y sabiduría para mantener la calidad de nuestro relacionamiento. Ojalá el presidente Petro y sectores radicales del Pacto Histórico lo entiendan porque lo que importa es nuestra querida Colombia.

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