Aceite de ricino: los errores populares al utilizarlo

La salud es uno de los temas de interés en internet, por lo que miles y miles de personas acostumbran a buscar trucos caseros para tratar sus enfermedades o prevenirlas.

Es por ese motivo que surgen un sinnúmero de consejos y de recomendaciones, en las que, de por sí, salen a relucir los remedios populares. A lo anterior se suman los ingredientes de cocina, a los que se le saca el máximo provecho para tratar diferentes enfermedades o complicaciones de salud.

Un claro ejemplo de lo anterior es el aceite de ricino, que durante años ha sido conocido por sus máximos beneficios en las pestañas y las cejas y hasta para hacerle ‘frente’ a los dolores articulares y dolores musculares.

El aceite de ricino es una “sustancia de origen vegetal que proviene de las semillas de la planta ricinus communis, originaria de las áreas tropicales de África y Asia”. Así lo explicó el portal especializado en salud, Medical News Today.

Al día de hoy, son varias las personas que lo utilizan para mejorar la textura de la piel, hacer crecer las cejas y las pestañas e inclusive para endurecer las uñas y evitar que se partan con facilidad.

Sin embargo, a veces se olvida lo que no se puede hacer con el aceite de ricino. A continuación algunos errores que cometen las personas al utilizarlo:

Con fines oculares. Según se explicó en el sitio web de National Geographic, “los expertos dicen que no hay pruebas científicas que respalden las afirmaciones de que el aceite de ricino puede curar problemas oculares como la visión borrosa o ayudar a que las pestañas crezcan más, y que las personas que tienen problemas de visión deben hablar con su médico” al respecto.

Es por esa razón que se debe tener precaución al momento de utilizarlo y aún más si se tiene contacto con los ojos. Tampoco es recomendable médicamente beber este tipo de aceite, pues, podría traer efectos no deseados.