Salud
Aguacate y otros alimentos que amarillan silenciosamente los dientes
A pesar de ese efecto contraproducente para la salud, esta fruta tiene beneficios para el organismo.
Lo que se come se traduce en la manera en que el cuerpo se desarrolla. Y es que los alimentos son las principales fuentes de vitaminas, minerales u otros nutrientes esenciales que son necesarios para que se lleven a cabo las actividades del día a día, así como los procedimientos metabólicos internos.
No obstante, estos mismos productos pueden terminar siendo perjudiciales cuando hay excesos o desequilibrios en los hábitos alimenticios. Inclusive los elementos más naturales o aparentemente provechosos terminan teniendo efectos secundarios si hay abusos en el consumo.
Esto pasa con la salud de los dientes, por ejemplo. Conservarlos blancos y libres de imperfecciones resulta ser uno de los procesos más difíciles, pues, puede verse afectado por diferentes factores como, por ejemplo, ingerir bebidas oscuras o falta de higiene dental.
Al enfocarse en este tema es fundamental comentar que existe un sinnúmero de consejos y de recomendaciones, en los que los famosos ‘voz a voz’ tienen poder y dan claridad a quienes desean acabar con ese incómodo color amarillo que aparece en los dientes.
Entre los recordados consejos se encuentra el de mezclar crema dental con bicarbonato de sodio y, luego, cepillarse. Según se dice en los testimonios, esta rápida preparación es una ‘aliada’ para ‘barrer’ el toque amarillento e incluso, las manchas blancas.
Otro de los consejos que más suena entre las personas es el de consumir tres frutas para blanquear los dientes de forma natural. Para cumplir este objetivo es importante tener en cuenta que se trata de las fresas, las manzanas y las uvas.
Por el contrario, también existen alimentos capaces de amarillar los dientes de manera silenciosa. La lista puede resultar sorprendente, ya que se trata de frutas u otro tipo de comidas que realmente no son dañinas con una ingesta moderada.
Algunos ejemplos son las cerezas, los higos, las frambuesas, la ciruela, las grosellas, las moras, las naranjas, el aguacate, el tomate o el limón. Cada una de estas tienen componentes que desgastan el tono del esmalte o dejan manchas en los dientes.
Asimismo, el color se pierde con verduras como la zanahoria.
Por otro lado, los componentes ácidos de los refrescos artificiales o las bebidas gaseosas provocan que haya más porosidad y que los dientes se pongan más sensibles a que se presenten manchas. Entre más oscuras son las bebidas, más rápido aceleran la decoloración de los dientes, por lo que deben evitarse por completo.
Algo similar pasa con el café y el té, que son compuestos ricos en tanino, que es un antioxidante con tinte vegetal de origen natural, el cual se adhiere a la placa dental con facilidad.
Es también el caso de los condimentos oscuros como el curry, la salsa de tomate, la mostaza, el ketchup, la salsa de soya o el vinagre balsámico. Cada uno de estos condimentos espesos se quedan fragmentados en los dientes, por lo que debe tenerse fuerza en el cepillado después de consumir alimentos que los contengan.
Algo parecido ocurre con el chocolate, que es alto en antioxidantes, que a su vez estimulan el desarrollo de bacterias que se forman en las cavidades dentales. Dichos microorganismos disminuyen la resistencia del esmalte.
Los helados, las paletas y las bebidas alcohólicas (principalmente las oscuras) pueden tener sustancias artificiales como las anilinas, que incrementan las pigmentaciones irregulares en la dentadura, perdiéndose el color que deberían tener en condiciones normales.