Salud
¿Cómo funciona la metformina?
El medicamento que ha conquistado a pacientes y médicos por igual. Descubra su sorprendente mecanismo de acción.
En la actualidad, la diabetes representa uno de los principales desafíos para la salud mundial, afectando a millones de personas en todo el planeta. Afortunadamente, la medicina ha avanzado considerablemente en la búsqueda de tratamientos efectivos para esta enfermedad crónica.
Uno de los fármacos más destacados en este ámbito es la metformina, un medicamento que ha demostrado su eficacia en el control de la diabetes tipo 2 y ha revolucionado la vida de quienes la padecen. En esta nota, podrá conocer en profundidad cómo funciona la metformina y por qué es una opción terapéutica tan relevante en la lucha contra la diabetes.
¿Qué es la metformina y cómo se utiliza?
La metformina es un medicamento antidiabético oral perteneciente a la clase de las biguanidas. Se ha utilizado durante más de medio siglo para el manejo de la diabetes tipo 2 y ha ganado popularidad debido a su eficacia y su perfil de seguridad. Su mecanismo de acción se enfoca en la regulación del azúcar en la sangre (glucosa) y en la mejora de la sensibilidad a la insulina.
“La metformina es una clase de medicamentos llamados biguanidas. La metformina ayuda a controlar la cantidad de glucosa (azúcar) en su sangre. Disminuye la cantidad de glucosa que absorbe de sus alimentos y la cantidad de glucosa que forma su hígado (...) también incrementa la respuesta de su cuerpo a la insulina, una sustancia natural que controla la cantidad de glucosa en la sangre.” menciona el portal medlineplus.
Reducción de la producción hepática de glucosa
Uno de los principales efectos de la metformina es la inhibición de la producción hepática de glucosa. El hígado es un órgano clave en el mantenimiento de los niveles de glucosa en sangre.
En las personas con diabetes tipo 2, el hígado puede liberar glucosa en exceso, lo que conduce a un aumento de los niveles de azúcar en la sangre. La metformina ayuda a reducir esta producción excesiva de glucosa hepática, contribuyendo así a un mejor control de la diabetes.
“Disminuye la cantidad de glucosa que produce y libera el hígado hacia el torrente sanguíneo” añade el portal diabesmart.
Mejora de la sensibilidad a la insulina
La metformina también actúa aumentando la sensibilidad a la insulina en los tejidos periféricos, como los músculos y las grasas. En la diabetes tipo 2, las células no responden adecuadamente a la insulina, lo que se conoce como resistencia a la insulina. Al aumentar la sensibilidad a la insulina, la metformina facilita la entrada de glucosa en las células, disminuyendo los niveles de azúcar en la sangre.
“Se considera como un sensibilizador de insulina porque aumenta la sensibilidad a la insulina, disminuye la concentración de glucosa plasmática sin aumentar la secreción de insulina” menciona la Dra. Elsy Velázquez en el portal ve.scielo.
Retraso de la absorción de glucosa
Además de reducir la producción hepática de glucosa y mejorar la sensibilidad a la insulina, la metformina también retrasa la absorción de glucosa en el intestino delgado. Esto significa que después de las comidas, los niveles de azúcar en la sangre no se disparan tan rápidamente, lo que ayuda a mantener una glucosa sanguínea más estable.
Beneficios adicionales
Además de su papel en el control de la glucosa en sangre, la metformina ha mostrado otros beneficios potenciales para la salud.
“Es importante resaltar que los beneficios de la metformina para ayudar adelgazar se obtienen principalmente cuando este medicamento está asociado a una dieta equilibrada, rica en fibras, con cantidades adecuadas de carbohidratos, proteínas, vitaminas y minerales, además de la práctica de actividad física de forma regular” afirma el portal tuasaude.
Estudios han sugerido que podría tener efectos en la pérdida de peso y en la reducción del riesgo de enfermedades cardiovasculares, lo que la convierte en un medicamento aún más valioso en el tratamiento de la diabetes tipo 2.
“su auténtico ‘poder adelgazante’ está vinculado a la insulina, una hormona que nace del páncreas y que es la responsable de hacernos sentir hambrientos, a través de las señales que envía al cerebro, y ordenar a los lipocitos la producción de grasas en la pared abdominal” añade el portal alimente.elconfidencial.
Importancia del estilo de vida y la prevención
Aunque la metformina es una herramienta poderosa en el manejo de la diabetes tipo 2, no debe considerarse como la única solución. La adopción de un estilo de vida saludable, que incluya una dieta equilibrada y la práctica regular de actividad física, sigue siendo esencial para controlar adecuadamente la enfermedad.
“Para conseguir este propósito debéis seguir unos hábitos de vida saludables, una alimentación sana y equilibrada y hacer ejercicio físico diario” comparte alimente.elconfidencial.
Al igual que todo medicamento, antibiotico o tratamiento, es importante consultar siempre a un profesional de la salud para un adecuado manejo de la enfermedad y la elección del tratamiento más adecuado para cada individuo.
*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de El País.
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