¿Cuáles son los síntomas de falta de vitaminas?

¿Siente fatiga, mareos, debilidad muscular, dificultades para respirar, hormigueo en manos y pies, movimientos inestables, confusión mental? Si la respuesta es sí, puede que esté presentando anemia por deficiencia de vitaminas, que generalmente se empieza a desarrollar poco a poco durante varios meses o años.

Los síntomas pueden ser sutiles en un principio y variar de persona a persona, pero, además de los mencionados anteriormente, también puede presentarse la piel pálida o de un tono amarillo, pérdida de peso, latidos del corazón irregulares y hasta cambios de personalidad, que suelen aumentar a medida que esa falta de vitaminas se incrementa.

Las causas de la anemia por deficiencia vitamínica es la falta de glóbulos rojos, a los cuales se les atribuye tener cantidades inferiores a las normales de vitamina B-12. Esa deficiencia se puede presentar al no consumir alimentos con esa propiedad, generando que el cuerpo produzca glóbulos rojos muy grandes que no cumplen correctamente con su función y eso reduce la capacidad de transportar el oxígeno.

Puede que el cuerpo no esté absorbiendo correctamente la vitamina B-12 porque no se están consumiendo los alimentos que la contienen como la carne, los huevos y la leche, lo que explica que las personas que no consuman esos productos podrían necesitar adquirir esas sustancia por medio de suplementos.

También, algunos alimentos son ricos en esa vitamina, como algunos cereales usados para el desayuno y otros productos realizados a partir de la levadura nutricional.

En caso de padecer anemia perniciosa, que es una afección generada cuando el sistema inmunitario del organismo ataca las células del estómago encargadas de producir el factor intrínseco. Sin esa sustancia, la vitamina no logra ser absorbida en los intestinos.

Asimismo, si tiene problemas intestinales, como la enfermedad de Crohn y la celíaca, eso puede afectar el proceso para que su cuerpo pueda absorber esa sustancia.

Deficiencia de folato

El folato es la vitamina B-9 que se encuentra principalmente en las verduras con hojas verdes oscuras y en el hígado. Puede presentar una disminución en los niveles de esa sustancia si no ingiere alimentos que lo contengan.

De tener algún problema para no poder absorber el folato, puede explicarse si padece de enfermedades intestinales como la enfermedad celíaca, si ha sido sometido a una extirpación quirúrgica o bypass y consume medicamentos anticonvulsivos. Además, si acostumbra a consumir alcohol en exceso.

Las personas que se someten a diálisis por una enfermedad renal y las mujeres embarazadas o que están amamantando, tienen una mayor necesidad del folato y de no hacer frente a esa disminución de la sustancia, puede provocar defectos de nacimiento durante el embarazo.

Esa condición es menos frecuente en países que tiene como costumbre la ingesta de alimentos como panes, cereales y fideos.

Padecer de esa deficiencia se puede prevenir con una dieta saludable, que incluya alimentos ricos en vitamina B-12 como la carne de res, el hígado y el pescado, los huevos y los alimentos fortificados, como los cereales, la leche, el queso y el yogur.

También, puede aumentar el consumo de brócoli, espinacas, espárragos y frijol de lima, naranjas, limones amarillos, bananas, fresas y melones. Así como proteínas como hígado, riñones, levadura, hongos y cacahuates.

En el caso de los adultos, es necesario que su alimentación incluya ciertas de folato y vitamina B-12. Por el lado del primero, debe ser 400 microgramos y en la segunda, 2,4 microgramos.

Las mujeres embarazadas y en período de lactancia, que pueden necesitar más cantidad de las anteriores sustancia, pueden obtenerlas consumiendo los alimentos que las contengan. Pero si tienen dieta restringida o han sido sometidas una cirugía de baipás, es mejor buscar un multivitamínico.