¿Dejamos de respirar frente al computador? Esto es lo que debe saber sobre la ‘apnea de pantalla’

La ‘apnea de pantalla’, un fenómeno que afecta a millones de personas en todo el mundo, ha cobrado relevancia en los últimos años. A medida que las personas pasan más tiempo frente a sus pantallas, ya sea en el trabajo, en el entretenimiento o en la comunicación digital, sus respiraciones pueden verse afectadas de manera sorprendente. En este artículo, se explorarán los detalles detrás de este fenómeno y se descubrirá cómo mantener una respiración saludable en la era digital.

El origen de la ‘apnea de pantalla’

En 2008, Linda Stone, una exejecutiva de Microsoft e investigadora de la interacción en línea, acuñó el término ‘apnea de pantalla’ en un artículo publicado en The Huffington Post. Su objetivo era describir un fenómeno que había notado durante sus estudios: la tendencia a interrumpir la respiración mientras se realiza cualquier actividad frente a una pantalla. Stone misma experimentó esto cuando se dio cuenta de que su respiración se volvía irregular cada vez que se sentaba frente a su ordenador.

Para comprender mejor este fenómeno, Stone invitó a 200 personas a su casa para llevar a cabo un estudio informal. Los resultados fueron sorprendentes: Los hallazgos resultaron impactantes, ya que revelaron que alrededor del 80% de los participantes modificaron su patrón de respiración o la retuvieron mientras estaban involucrados con sus dispositivos electrónicos. Con el paso de quince años, los expertos sostienen que la ‘apnea de pantalla’ se ha consolidado, en gran parte debido al aumento del uso de pantallas en la vida cotidiana de las personas.

La ciencia detrás de la ‘apnea de pantalla’

El fenómeno de la ‘apnea de pantalla’ se produce debido a una respuesta al estrés del organismo, como explica para el The New York Times, el profesor de psiquiatría de la Universidad de Carolina del Norte, Stephen Porges. Cuando una persona se enfrenta a un estímulo, como una notificación inesperada en su dispositivo, el sistema nervioso busca señales para determinar si constituye una amenaza.

El profesor de psiquiatría hace una analogía entre esta respuesta humana y el comportamiento de los gatos cuando se preparan para acechar a sus presas: antes de lanzarse al ataque, los gatos permanecen inmóviles y su respiración se vuelve más superficial. En el caso de los seres humanos, esto se manifiesta como una respiración menos profunda y una disminución en la frecuencia cardíaca, lo que contribuye a tranquilizar el cuerpo y a prepararlo para responder al estímulo.

Cuanto más sorprendente sea el estímulo, mayor será la probabilidad de que el cuerpo lo perciba como una amenaza. Aunque estos reflejos no suponen un riesgo para la salud por sí mismos, pueden convertirse en un problema si se activan de manera continua, llevando al sistema nervioso a un estado crónico de alerta que provoca agotamiento. Además, la falta de movimiento asociada a estar sentados frente a las pantallas también contribuye a la aparición de esta apnea.

Prevención de la ‘apnea de pantalla’

Afortunadamente, existen hábitos y recomendaciones que pueden ayudarnos a mantener una respiración saludable en la era digital:

1. Establecer recordatorios de respiración: Se pueden utilizar alertas en los dispositivos a lo largo del día para que las personas sean conscientes de su respiración y puedan restablecer patrones regulares. Un ejemplo efectivo es el suspiro cíclico, que implica una exhalación más larga que la inhalación y contribuye a mejorar el estado de ánimo y restaurar patrones respiratorios saludables.
2. Utilizar pantallas más grandes: Según la opinión de algunos expertos, las pantallas más grandes reducen la carga mental, ya que un mayor campo visual disminuye la necesidad de que el sistema nervioso excluya lo que está fuera de su alcance. Por lo tanto, optar por un monitor de mesa en lugar de un teléfono móvil puede resultar beneficioso.
3. Hacer descansos: Alejarse de la pantalla y participar en actividades que no exijan un esfuerzo mental intenso, como escuchar música o practicar actividad física, puede ayudar a prevenir la ‘apnea de pantalla’.

La Organización Mundial de la Salud también proporciona recomendaciones para reducir el estrés, un factor que puede contribuir a la ‘apnea de pantalla’. Estas recomendaciones incluyen mantener un estilo de vida saludable, gestionar el tiempo de manera efectiva, practicar técnicas de relajación como la meditación y el yoga, fomentar el apoyo social, identificar y abordar los desencadenantes del estrés, así como buscar ayuda profesional en caso de que el estrés se vuelva abrumador o crónico.