Salud
Dermatóloga explica el origen de la alopecia y cómo tratar la caída anormal del pelo
Puede afectar al cuero cabelludo o a otras zonas de la piel en la que existe pelo, como las pestañas, axilas, región genital y barba.
La alopecia es una condición médica caracterizada por la pérdida anormal de cabello en el cuero cabelludo y otras áreas del cuerpo. Aunque es común experimentar cierta pérdida de cabello todos los días, la alopecia implica una pérdida más significativa y puede tener un impacto emocional considerable en quienes la padecen. Existen varios tipos de alopecia, cada uno con sus propias características y manifestaciones.
¿Cuáles son los síntomas de la alopecia?
Los síntomas de la alopecia pueden variar según el tipo específico de pérdida de cabello. En general, los signos comunes incluyen la aparición de parches calvos en el cuero cabelludo, adelgazamiento del cabello en áreas específicas, e incluso la pérdida completa del cabello en casos más graves. Es importante destacar que la alopecia no afecta solo el cuero cabelludo; algunas formas también pueden causar pérdida de cabello en cejas, pestañas y otras áreas corporales.
Tipos de alopecia
- Alopecia Androgenética: También conocida como calvicie común, es el tipo más común de alopecia y suele ser hereditaria. Afecta tanto a hombres como a mujeres, aunque los patrones de pérdida de cabello pueden diferir entre ambos sexos. En los hombres, suele manifestarse con entradas recesivas y pérdida de cabello en la coronilla, mientras que en las mujeres, puede provocar un adelgazamiento generalizado.
- Alopecia areata: Es una forma de alopecia autoinmune en la que el sistema inmunológico ataca los folículos pilosos. Se caracteriza por la aparición repentina de áreas redondas u ovaladas de pérdida de cabello en el cuero cabelludo, la cara o otras áreas del cuerpo. En algunos casos, puede progresar a la alopecia total (pérdida total del cabello en el cuero cabelludo) o la alopecia universal (pérdida total del cabello en todo el cuerpo).
- Alopecia cicatricial: Este tipo de alopecia implica la destrucción permanente de los folículos pilosos y su reemplazo por tejido cicatricial. Puede ser causada por diversas condiciones, como infecciones, enfermedades autoinmunes o traumatismos físicos. La pérdida de cabello es irreversible en las áreas afectadas.
- Alopecia traumática: Ocurre como resultado de daños físicos al cabello causados por peinados tensos, tratamientos químicos agresivos o tracción constante. Evitar prácticas que dañan el cabello y permitir la recuperación del folículo piloso son fundamentales en la gestión de este tipo de alopecia.
- Alopecia por tensión: Relacionada con peinados apretados o la aplicación constante de presión al cuero cabelludo. Trenzas, colas de caballo y extensiones de cabello muy ajustadas pueden causar este tipo de alopecia.
- Alopecia congénita: Se refiere a la pérdida de cabello presente desde el nacimiento. Puede estar asociada con anomalías genéticas o problemas en el desarrollo del folículo piloso.
- Efluvio Telógeno: No es propiamente una alopecia, pero implica la pérdida temporal de cabello debido a factores como el estrés, la dieta, el parto o ciertos medicamentos. Se caracteriza por una cantidad significativa de cabello en la fase telógena (la fase de reposo) que se desprende.
- Alopecia por Tracción: Causada por la tracción constante en el cabello debido a peinados apretados, extensiones de cabello o trenzas. Puede provocar daño en los folículos pilosos y pérdida de cabello en las áreas afectadas.
¿Cuáles son las causas de la alopecia?
La alopecia puede tener diversas causas, y es fundamental abordarlas de manera específica para determinar el mejor enfoque de tratamiento. Entre las causas más comunes se encuentran factores genéticos, desequilibrios hormonales, enfermedades autoinmunes, estrés físico o emocional, y efectos secundarios de ciertos medicamentos. Identificar la causa subyacente es esencial para desarrollar un plan de tratamiento efectivo.
¿Cómo se diagnostica la alopecia?
El diagnóstico preciso de la alopecia implica un examen minucioso por parte de un dermatólogo. Este proceso puede incluir una revisión detallada de la historia médica del paciente, análisis de sangre para evaluar posibles desequilibrios hormonales, y en algunos casos, biopsias del cuero cabelludo para obtener información adicional sobre la condición. El dermatólogo también puede utilizar herramientas avanzadas, como la tricoscopia, para examinar el cuero cabelludo y el cabello en detalle.
¿Cómo se trata la alopecia desde la perspectiva dermatológica?
El tratamiento de la alopecia varía según la causa subyacente y el tipo específico de pérdida de cabello. En algunos casos, los dermatólogos pueden recetar medicamentos, como minoxidil o finasterida, para estimular el crecimiento del cabello.
En situaciones más complejas, se pueden considerar tratamientos más avanzados, como la terapia con láser de baja intensidad o la terapia de plasma rico en plaquetas (PRP). La terapia de PRP implica la extracción de una pequeña cantidad de sangre del paciente, que luego se procesa para obtener un concentrado de plaquetas rico en factores de crecimiento que se inyecta en el cuero cabelludo para estimular el crecimiento del cabello.
*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de El País.
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