El alimento que ayuda a controlar los niveles de colesterol malo en la sangre y fortalecer los huesos

El colesterol es una sustancia que el cuerpo necesita para funcionar correctamente y gozar de buena salud, según señala el Instituto Nacional de Salud, de Estados Unidos. Sin embargo, es necesario que corresponda a cantidades adecuadas para no tener problemas.

Cuando hay colesterol alto, es posible que se formen depósitos grasos en los vasos sanguíneos. Con el paso del tiempo, estos depósitos crecen y es más difícil que fluya suficiente sangre a través de las arterias.

En algunos casos esos depósitos pueden romperse de repente, lo que genera un coágulo que causa un ataque cardíaco o un accidente cerebrovascular, explica el portal de Mayo Clinic. Esta organización sin ánimo de lucro, dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, subraya que el colesterol alto puede heredarse. No obstante, agrega que suele ser el “resultado de la elección de un estilo de vida poco saludable, por lo que se puede prevenir y tratar”.

Un estudio del Duke Clinical Research Institute indica que es posible reducir las enfermedades cardiovasculares si las personas jóvenes mantienen hábitos saludables, según lo publicó en un artículo la revista de Salud 180. Y para lograrlo, hay alimentos que puede servir de complemento. Uno de ellos es el yogur griego.

El diario de Nueva York explica que se debe optar por el yogur griego frente al tradicional, pues este último ostenta un alto contenido de grasa y azúcar que poco benefician a las personas con tendencia a tener colesterol alto o que ya lo tienen. El yogur griego tiene 0 % de grasa y azúcar, por lo que puede ser consumido por estos pacientes y puede tener incidencia positiva en su alimentación.

De igual manera, este tipo de yogur puede contener más proteínas que un yogur tradicional, ya que, de acuerdo con una tabla comparativa, son gran fuente de magnesio, vitamina B12 y iodina, mientras que contiene menos cantidad de sodio.

Y podría ayudar a reducir el riesgo de osteoporosis: de acuerdo con la Clínica Mayo, la osteoporosis afecta los huesos, debilitándolos, causando fracturas por leves movimientos. La entidad explica que estas lesiones son recurrentes en las muñecas, la columna vertebral y la cadera.

Y aunque muchos cuestionan que contienen probióticos por tratarse de un alimento fermentado, los nutricionistas consideran que esto es bueno porque, al consumirlo, el sistema digestivo se agiliza y podría ayudar a reducir el riesgo de inflamación y otras enfermedades o infecciones gastrointestinales, como la diarrea o acidez estomacal.

En ese sentido, han señalado que sus probióticos aumentan la proporción de bacterias saludables en el intestino, lo que puede contribuir al control del peso, la distribución de grasas y el metabolismo de azúcares y grasas.

Según un estudio adelantado entre 15 mujeres sanas, determinó que un refrigerio de yogur griego que contenía 24 gramos de proteína redujo el hambre y retrasó el momento de la siguiente comida, en comparación con un refrigerio bajo en proteínas.

Adicionalmente, aumenta la masa muscular y favorece la quema de calorías: Según un estudio, las mujeres que consumieron de 6 a 7 porciones de lácteos (sobre todo el yogur griego) como parte de un programa de dieta y ejercicio de 16 semanas perdieron el doble de grasa abdominal que el grupo que comió menos de una porción.

Esto obedeció, esencialmente, a que este producto contiene calcio, vitamina D y aminoácidos potentes, que aceleran la quema de grasa y ayudan a retener la masa muscular magra.

¿Cuáles son los ejercicios recomendados para bajar el colesterol?

De acuerdo con los expertos, el ejercicio aeróbico es el ideal para reducir los niveles de colesterol malo.

De hecho, la Fundación Española del Corazón revela que el aeróbico, el cual se recomienda realizarlo a una intensidad moderada (65-70% de frecuencia cardiaca máxima) y de manera regular (3-5 veces por semana), aumenta el colesterol bueno (HDL), reduce los niveles del malo (LDL) y disminuye los niveles negativos de triglicéridos.

A continuación, el portal Mundo Deportivo destaca los mejores ejercicios aeróbicos.

Caminar. Este ejercicio, simple y al alcance de todos, es efectivo siempre y cuando se realice de manera continua, es decir, a un paso rápido durante al menos 30 minutos y con una frecuencia de tres veces por semana.

Correr. A un nivel más intenso que el anterior, pero igual de sencillo, es clave para reducir los niveles de colesterol LDL de forma más rápida. Cabe resaltar que, al ser un ejercicio aeróbico de alta intensidad, se aconseja que quienes no estén acostumbrados, inicien corriendo a baja intensidad para posteriormente aumentar el ritmo de manera progresiva.

Nadar. Este ejercicio, que consta del movimiento y el desplazamiento del cuerpo a través del agua, es más complejo que los anteriores por el nivel de técnica que amerita. Sin embargo, es el ideal para mejorar la circulación de la sangre, además de ser amable para quienes tienen movilidad reducida.