El sencillo ejercicio diario con el que podría prevenir el Alzheimer

Según la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, Medline Plus, “la enfermedad de Alzheimer es la forma más común de demencia entre las personas mayores. La demencia es un trastorno cerebral que afecta gravemente la capacidad de una persona de llevar a cabo sus actividades diarias”.

Además de esto, la OMS complementa que esta patología significa entre un 60 % y un 70 % de los casos de demencia. Esta enfermedad neurodegenerativa afecta la memoria, la orientación, la capacidad de aprendizaje, el lenguaje y en algunos casos puede alterar el control emocional y el comportamiento social de las personas.

Por esta razón, diversos profesionales del área de la salud llevan años realizando estudios que ayuden a definir el origen y posible tratamiento de la enfermedad. Además, también se analizan posibles formas de prevención, por lo que recientemente, expertos de Escuela de Gerontología Leonard Davis de la Universidad del Sur de California, en Estados Unidos, han encontrado que un sencillo ejercicio de respiración podría reducir el riesgo de Alzheimer.

Esta investigación, que fue publicada en la revista Nature, sostiene que respirar a un ritmo lento puede afectar en la producción y eliminación de las proteínas que se relacionan con el Alzheimer.

El procedimiento es sencillo: inhalar durante cinco segundos y a exhalar durante el mismo periodo de tiempo dos veces al día por al menos, 20 minutos.

Estas conclusiones de la investigación se dieron por medio de un estudio realizado a 108 personas, de 18 a 80 años, que realizaron el ejercicio respiratorio.

Durante la realización de dicho ejercicio de respiración se monitoreó el ritmo cardíaco de cada persona. Además, a la mitad de ellos se le pidió que tuvieran pensamientos o recuerdos tranquilizantes; y al resto de los participantes se le pidió sincronizar la respiración con un marcapasos.

“La respiración de ritmo lento a través de la biorretroalimentación de la variabilidad de la frecuencia cardíaca (VFC) estimula las vías del nervio vago que contrarrestan el estrés y las vías de excitación que pueden influir en la producción y eliminación de proteínas relacionadas con la enfermedad de Alzheimer, como por ejemplo Beta-amiloide (Aβ)”, afirmaron los investigadores.

Además, “Tomamos muestras de sangre al principio del experimento y luego de cuatro semanas de práctica respiratoria. En este último caso, se produjeron grandes diferencias en el tamaño del efecto. Este estudio proporciona la primera evidencia de una intervención conductual que reduce los niveles de Aβ. Los efectos de las intervenciones sobre los niveles plasmáticos de Aβ se observaron no solo entre los adultos mayores sino también entre los adultos más jóvenes. Por lo tanto, la práctica regular de respiración lenta puede ayudar a mantener bajos los niveles plasmáticos de Aβ durante la edad adulta”.

La profesora Mara Mather, directora del Laboratorio de Emoción y Cognición de la Escuela de Gerontología Leonard Davis y una de las autoras del trabajo, explicó en un comunicado de prensa: “Según los datos que tenemos, parece que la disminución de la beta amiloide se debe más a la disminución de la producción. La práctica regular de respiración lenta a través de la biorretroalimentación de la variabilidad de la frecuencia cardíaca puede ser una forma económica y de bajo riesgo de reducir los niveles de beta amiloide en plasma y mantenerlos bajos durante la edad adulta”.

La prevención del Alzheimer

Los rompecabezas y juegos en el computador pueden ser hábitos de estimulación cognitiva, se acumulan durante la vida. Estos pasatiempos que requieren enfocar la mente son importantes para reducir el riesgo de desarrollar demencia.

Además, la educación y aprender nuevas habilidades sin importantes, puesto que, algunos estudios señalan que mientras más años de estudios tenga una persona, menor es el riesgo de demencia. Por otra parte, comer saludable y mantener buenas relaciones sociales ayudan a prevenir la enfermedad.