El sencillo truco que practican los japoneses para no engordar en Navidad

Los japoneses son personas que se cuidan mucho de su alimentación, por lo que son muy longevos gracias a que mantienen una dieta baja en grasas y a algunas costumbres que les ayudan a no acumular grasa, por ejemplo, tienden a detenerse de comer antes de sentirse llenos, lo que ayuda a que no ingieran calorías de más y así se mantengan en su peso ideal.

Además, son los dueños de un truco que evita la acumulación de grasa en la zona abdominal, este se llama el método Ryôsuke y lo popularizó el actor japonés Miki Ryôsuke el cual se creó por error, porque en un intento por aliviar el dolor de espalda, probó varios ejercicios de respiración y de esa forma no solo logró aliviar esas molestias, sino que se dio cuenta de que perdió 12 centímetros de cintura en seis semanas.

En ese sentido, los beneficios de hacer estos ejercicios de respiración prolongada para combatir la grasa del estómago en personas que presentan mucho sobrepeso fueron comprobados en un estudio publicado en la National Library of Medicine y se demostró que quienes ponían en práctica ese método durante un mes, acompañado de una dieta balanceada enfocada en la pérdida de peso, perdían grasa acumulada.

Cómo se hace esa técnica de respiración

El método Ryôsuke consiste en inspirar durante tres segundos y luego soltar el aire durante siete segundos. Esta práctica se debe realizar durante cinco minutos al día, porque es de esa forma que se aumenta la entrada de oxígeno y favorece la quema de grasa del cuerpo.

Es importante que se haga esa técnica justo antes de comer, lo que puede ser muy provechoso para estas fechas de Navidad, donde tenemos miles de manjares disponibles.

Empezar a crear un hábito con estos trucos de respiración no solo contribuirá a acelerar el metabolismo, sino que también ayuda a relajar y reducirá la ansiedad por comer harinas o dulces, o sea que es un hecho que evitaría la ingesta de calorías y al aumentar la entrada de oxígeno al cuerpo, esto servirá para metabolizar mejor la comida y favorecer la digestión.

Esta alternativa es una gran opción, ya que la grasa de la zona abdominal es la que más cuesta eliminar, de hecho, los médicos la llaman grasa visceral porque se concentra alrededor de los órganos de esa zona y libera sustancias inflamatorias que favorecen el desarrollo de enfermedades cardiovasculares y diabetes.