Estas son las cinco sustancias tóxicas que causan cáncer, ¿las conoce?

El cáncer es una enfermedad que se caracteriza por el crecimiento descontrolado y anormal de células en el cuerpo. Estas células malignas pueden invadir y dañar los tejidos y órganos cercanos, así como también pueden propagarse a otras partes del cuerpo a través del sistema linfático o sanguíneo, formando tumores secundarios o metástasis.

Existen varios tipos de cáncer, incluyendo el cáncer de mama, cáncer de pulmón, cáncer de colon, cáncer de próstata y cáncer de piel, entre otros. Los síntomas del cáncer pueden variar dependiendo del tipo y la etapa de la enfermedad, pero algunos síntomas comunes pueden incluir pérdida de peso inexplicada, fatiga persistente, cambios en la piel, dolor persistente, cambios en los hábitos intestinales, entre otros.

El cáncer puede ser causado por diferentes factores, como la predisposición genética, exposición a sustancias cancerígenas, factores ambientales, estilo de vida poco saludable y factores inmunológicos. El diagnóstico de cáncer se realiza a través de pruebas médicas, como biopsias, análisis de sangre, imágenes médicas y otras pruebas específicas según el tipo de cáncer.

El tratamiento del cáncer puede incluir cirugía para extirpar el tumor, radioterapia para destruir las células cancerosas, quimioterapia para eliminar las células cancerosas en todo el cuerpo, inmunoterapia para estimular el sistema inmunológico a combatir el cáncer, terapia dirigida para bloquear el crecimiento de las células cancerosas, y terapia hormonal para interferir con las hormonas que pueden alimentar el crecimiento del cáncer. El tratamiento específico depende del tipo y la etapa del cáncer, así como también de las características individuales del paciente.

Las cinco sustancias que producen cáncer

Existen varias sustancias tóxicas y no tóxicas que se ha demostrado que pueden causar cáncer en humanos. Algunas de ellas son:

• Asbesto: El asbesto es un mineral fibroso utilizado en la construcción y la industria. La exposición prolongada al asbesto puede causar cáncer de pulmón, mesotelioma (un tipo de cáncer de membranas que recubren los órganos internos) y cáncer de laringe. El asbesto está compuesto por fibras microscópicas que pueden liberarse al aire cuando los materiales que lo contienen se rompen, desgastan o se deterioran. Estas fibras pueden ser inhaladas y llegar a los pulmones, donde pueden causar daño a largo plazo.
• Arsénico: Es una sustancia química tóxica que puede causar cáncer en humanos. La exposición crónica al arsénico, tanto a través del consumo de agua o alimentos contaminados como por inhalación o contacto dérmico con fuentes industriales o agrícolas contaminadas, se ha asociado con un mayor riesgo de desarrollar varios tipos de cáncer.

• Hollín: El hollín es un residuo negro y carbonoso que se produce por la combustión incompleta de materiales orgánicos, como la madera, el carbón y los combustibles fósiles. Contiene una mezcla de partículas sólidas, líquidas y gaseosas, algunas de las cuales son tóxicas y carcinogénicas. La exposición al hollín puede ocurrir en diferentes situaciones, como la quema de biomasa en estufas o chimeneas, entre otras.
• Polvo de madera: El polvo de madera se produce al trabajar con madera, ya sea al cortar, lijar, cepillar u otras actividades que generan partículas finas de madera en suspensión en el aire. Aunque el polvo de madera en sí no es carcinogénico, la exposición crónica y repetida al polvo de madera puede aumentar el riesgo de desarrollar cáncer de nasofaringe, seno paranasal y cavidad nasal. El riesgo de cáncer asociado con la exposición al polvo de madera puede variar dependiendo de diferentes factores, como el tipo de madera, las condiciones de trabajo, la duración y la magnitud de la exposición, entre otros.
• Cadmio: El cadmio es un metal pesado tóxico que se encuentra en la naturaleza y se utiliza en varias industrias, como la producción de baterías, pigmentos, plásticos, y en procesos de galvanizado y soldadura. La exposición crónica al cadmio, ya sea a través de la inhalación de vapores o polvo, la ingesta de alimentos contaminados o el contacto dérmico con productos que contienen cadmio, puede aumentar el riesgo de desarrollar cáncer.