Este es el horario en que debería irse a dormir para conservar su salud mental

Un estudio reciente que fue dirigido por el profesor Jamie Zeitzer, de la Universidad de Stanford, reveló la importancia de dormir temprano y de mantener horarios de sueño, para mantener una buena salud mental.

Los resultados de la investigación contradicen la idea de que cada persona tiene un estilo de sueño y que este debe respetarse. Más bien, los resultados aseguran que las personas deben dormir antes de la 1 de madrugada, pues después de esta hora se puede ver afectado el sistema nervioso y las neuronas.

Para realizar esta investigación se entrevistó a 73,880 adultos de mediana y avanzada edad del Reino Unido, a quienes se les evaluó sus patrones de sueño y preferencias horarias. A quienes participaron en el proyecto se les puso un acelerómetro para monitorear sus tiempos de sueño. Los participantes se categorizaron como matutinos, vespertinos o intermedios.

Los resultados de esta investigación dejaron como resultado que aquellas personas consideradas noctámbulas o de sueño tardío tienen un 40% de probabilidades de ser diagnosticados con trastornos mentales, como depresión y ansiedad.

Mientras que aquellos que suelen tener un horario de sueño temprano o intermedio, denominados como matutinos, también presentan mayores problemas de salud mental, aunque en menor medida.

Los expertos anunciaron que la mejor manera de cuidar la salud mental es levantarse temprano con los primeros rayos del sol, y aprovechar la hora de la mañana para recibir un poco de vitamina D, además los resultados de la investigación sugiere que los noctámbulos deberían intentar acostarse antes de la 1 de la madrugada, y que el horario ideal para dormir es entre las 9 y 10 de la noche.

Para proteger su salud mental. Además, recomienda tomar el sol por la mañana y mantener una rutina consistente para modificar gradualmente los patrones de sueño.

Además, se señala que aquellas personas que no descansan en los horarios ideales suelen tener más comportamientos perjudiciales como pensamientos suicidas, delitos violentos, consumo de alcohol y drogas, y comer en exceso.