Salud
La hortaliza que mejora la circulación sanguínea y ayuda a prevenir varias enfermedades; aquí le contamos sus beneficios
Se trata de un alimento muy antiguo y con numerosas propiedades nutritivas y medicinales.
La cebolla, con su distintivo aroma y sabor ligeramente picante, ha sido un ingrediente fundamental en la cocina de diferentes culturas alrededor del mundo. Además de su amplio uso culinario, esta hortaliza también tiene una serie de propiedades saludables, por lo que ha sido empleada para usos medicinales y curativos.
Este versátil alimento se cultivaba por primera vez en la antigua Mesopotamia, en la región que actualmente comprende Irán y Pakistán. Desde allí, su cultivo se extendió hacia el oeste, llegando a Egipto, donde adquirió gran importancia tanto en la cocina como en la medicina tradicional. Los egipcios consideraban la cebolla como un símbolo de la eternidad, y las incluían en las ofrendas funerarias de los faraones.
Con el tiempo, la cebolla se extendió a otras partes del mundo, llevada por exploradores y comerciantes. Los romanos y los griegos la adoptaron y difundieron su uso en Europa, mientras que los españoles trajeron esta hortaliza a América durante el período de colonización.
En el caso de Colombia, se estima que al año se cultivan más de 21 toneladas de cebolla, principalmente en lugares como Aquitania (Boyacá), la Sabana de Bogotá, Tenerife (Valle del Cauca), Manizales y Villa María (Caldas), Pereira (Risaralda), Pasto y La Laguna (Nariño), y Cajamarca (Tolima).
Propiedades de la cebolla
A partir de su uso frecuente se ha descubierto que contiene una variedad de compuestos beneficiosos. Una de las sustancias más destacadas es la quercetina, un poderoso antioxidante que ayuda a combatir los radicales libres en el cuerpo y reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares. La quercetina también tiene propiedades antiinflamatorias y puede desempeñar un papel en la prevención de ciertos tipos de cáncer.
La cebolla también es una excelente fuente de vitamina C, vitamina B6 y fibra dietética. La vitamina C fortalece el sistema inmunológico y promueve la salud de la piel, mientras que la vitamina B6 es necesaria para el metabolismo de las proteínas y el funcionamiento adecuado del sistema nervioso.
Por otro lado, la fibra dietética presente en este alimento ayuda a mantener una digestión saludable y puede contribuir a la pérdida de peso al proporcionar una sensación de saciedad.
En cuanto al sistema circulatorio, algunos estudios también sugieren que el consumo regular de cebolla puede ayudar a reducir la presión arterial. Su alto nivel es un factor de riesgo para enfermedades cardiovasculares y puede afectar negativamente la circulación sanguínea.
Ciertos compuestos de la cebolla, como la ya mencionada quercetina y los flavonoides, tienen efectos hipotensivos, lo que significa que pueden ayudar a disminuir la presión.
La cebolla también es conocida por sus propiedades antibacterianas y antivirales. Algunos estudios han demostrado que ciertos compuestos presentes en la cebolla pueden ayudar a combatir infecciones bacterianas comunes, como la salmonela y la E. coli.
Asimismo, se ha encontrado que los componentes de la cebolla pueden inhibir el crecimiento de ciertos virus, incluido el virus de la gripe, por lo que incluso una bebida de este alimento es recomendable en caso de sufrir cuadros virales comunes.
Además de sus propiedades nutricionales, la cebolla también se ha usado para tratar picaduras de insectos y quemaduras leves, gracias a sus propiedades antisépticas y antiinflamatorias.
¿Cómo consumir la cebolla?
Incluir la cebolla dentro de los hábitos de alimentación puede ayudar de gran manera a percibir sus beneficios, además de que es un ingrediente versátil y se puede consumir de diversas formas.
La manera más sencilla es añadirla cruda en ensaladas. Puede picarse en rodajas finas o en cubitos y mezclarla con otros vegetales favoritos. Para suavizar su sabor puede añadírsele limón o vinagre.
La cebolla salteada o caramelizada añade sabor y dulzura a muchos platos. Se puede cortar en rodajas o en julianas y cocinarla en una sartén con un poco de aceite hasta que se ablande y se vuelva dorada.
Este alimento habitualmente también es la base para la preparación de muchas salsas y sofritos. Puede picarse finamente y cocinarla junto con ajo y otros vegetales en una salsa de tomate, o usarla como base para preparar guisos, estofados o sopas.
La cebolla en polvo o el polvo de cebolla deshidratada también resulta una opción práctica para agregar sabor a las comidas. Espolvorear un poco de cebolla en polvo en aderezos para ensaladas, marinadas para carnes o en guacamole casero aporta un gran sabor.
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