La vitamina que sirve para atenuar arrugas y quitar manchas después de los 50 años

Si bien la salud es indiscutiblemente primordial, no se debe subestimar la importancia de mantener una buena apariencia física. Nuestra imagen no solo impacta en lo físico, sino también en el ámbito psicológico, por lo que es pertinente mantenerla en consideración a medida que avanzan los años. En este contexto, la alimentación adquiere especial relevancia, ya que el consumo de ciertas vitaminas favorece la reducción de arrugas y, en cierto grado, frena el proceso de envejecimiento.

La llave para enfrentar el envejecimiento

Diversas investigaciones y expertos en el campo han demostrado que mantener niveles adecuados de vitamina C es crucial para atenuar aquellos signos que, desde una perspectiva física, puedan evidenciar los efectos del paso del tiempo en nuestro organismo, en especial en nuestro rostro. En este sentido, este reconocido antioxidante natural tiene la capacidad de ralentizar los efectos del fotoenvejecimiento y resulta altamente efectivo en el tratamiento de problemas como la hiperpigmentación, entre otros.

“La vitamina C es un antioxidante que protege las células contra los efectos de los radicales libres, las moléculas que se producen cuando el cuerpo descompone los alimentos o se expone al humo del tabaco y la radiación del sol, rayos X u otras fuentes. Los radicales libres pueden desempeñar un papel en las enfermedades cardíacas, el cáncer y otras enfermedades. La vitamina C también ayuda al cuerpo a absorber y almacenar el hierro”, explican los expertos de Mayo Clinic.

De esta manera, la vitamina C desempeña un papel fundamental en el cuidado de nuestra piel, ya que actúa como un potente neutralizador de radicales libres, y la piel es el órgano que más sufre los efectos de la oxidación. Asimismo, es un componente que favorece la producción de colágeno, promoviendo una mayor elasticidad cutánea con el transcurso del tiempo y contribuyendo a que luzca más firme y con menos arrugas.

Teniendo en cuenta estas premisas, no sorprende que numerosos productos cosméticos integren esta vitamina en su formulación. Sin embargo, también podemos aprovechar sus beneficios a través de suplementos. De hecho, dado que nuestro organismo no tiene la capacidad de sintetizarla, los expertos recomiendan impulsar su ingesta mediante la alimentación para evitar su deficiencia y las implicaciones que esto puede conllevar para nuestra salud, así como para aprovechar todas las ventajas que ofrece frente al envejecimiento.

¿Qué alimentos son ricos en vitamina C?

Aunque al pensar en vitamina C es común asociarla con los cítricos, como mandarinas y naranjas, existen muchos otros alimentos que contienen este “antiarrugas” nutriente. “Debido a que el cuerpo no produce vitamina C, es necesario obtenerla a través de la dieta. La vitamina C se encuentra en frutas cítricas, bayas, papas, tomates, pimientos, repollo, coles de Bruselas, brócoli y espinacas”, explican los especialistas de la respetada clínica Mayo.

La profesora de nutrición Teresa Fung, de la Escuela de Salud Pública de Harvard, hace hincapié en los beneficios de consumir coles de Bruselas, ya que, además de proporcionar una buena cantidad de vitamina C, son “ricas en nutrientes y bajas en calorías: solo 28 en media taza”.

Consecuencias del desequilibrio en la vitamina C: déficit o exceso

No obstante, como ocurre con cualquier nutriente, es esencial mantener un equilibrio adecuado en lo que respecta al consumo de vitamina C. El exceso en su ingesta puede ocasionar síntomas tales como: náuseas, vómitos y diarrea; acidez estomacal, hinchazón abdominal o cólicos; fatiga y somnolencia, e incluso, en ocasiones, insomnio; cefaleas o enrojecimiento cutáneo.

Por otro lado, una carencia severa de vitamina C puede desencadenar una enfermedad conocida como escorbuto, la cual se caracteriza por causar anemia, hemorragias en las encías, aparición de hematomas y una deficiente cicatrización de heridas. De acuerdo con Mayo Clinic, la ingesta diaria recomendada de vitamina C es de 90 miligramos para hombres adultos y 75 miligramos para mujeres adultas.