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Salud

Las mejores poses para dormir y evitar el dolor de espalda después de despertar

El dolor de espalda después de dormir puede ser causado por una mala alineación de la columna vertebral durante el sueño. Para prevenirlo, expertos recomiendan ciertas poses.

16 de julio de 2023 Por: Redacción El País
El dolor de espalda es uno de los problemas más comunes en los adultos
El dolor de espalda es uno de los problemas más comunes en los adultos. (Imagen de referencia) | Foto: Getty Images

Despertar con dolor de espalda puede ser una experiencia frustrante y limitante que afecta la calidad de vida. Muchas personas se preguntan por qué ocurre este dolor y cómo pueden prevenirlo para disfrutar de un sueño reparador. Además, la elección de la postura para dormir puede desempeñar un papel fundamental en la salud de la espalda.

El dolor de espalda después de dormir puede deberse a varias causas. Según la Asociación Estadounidense de Quiropráctica (ACA, por sus siglas en inglés), una de las principales razones es la mala alineación de la columna vertebral durante el sueño. Dormir en una posición que no proporciona un soporte adecuado a la espalda puede causar tensión en los músculos y las articulaciones, lo que lleva a la rigidez y el dolor.

Para prevenir el dolor de espalda al despertar, la postura de sueño correcta es crucial. La Fundación Nacional del Sueño de Estados Unidos (NSF, en inglés) recomienda dormir de lado o boca arriba, ya que estas posiciones ofrecen un mejor soporte para la columna vertebral. Al dormir de lado, es importante mantener una alineación neutral, es decir, mantener la cabeza, el cuello y la columna en una línea recta. Para lograrlo, se puede utilizar una almohada de firmeza media que mantenga el cuello y la cabeza en una posición alineada con la columna. Colocar una almohada adicional entre las piernas puede ayudar a mantener la alineación de la cadera y reducir la presión en la espalda baja.

Dormir es importante para recargar energía y poder desempeñar de la mejor manera las actividades diarias.
El dolor de espalda después de dormir puede ser causado por una mala alineación de la columna vertebral durante el sueño. (Imagen de referencia) | Foto: Getty Images

Si se prefiere dormir boca arriba, se recomienda utilizar una almohada de apoyo bajo las rodillas para mantener una curva natural en la parte baja de la espalda. Esta posición ayuda a distribuir el peso de manera más uniforme y reduce la tensión en la columna vertebral.

Por otro lado, la NSF sugiere evitar dormir boca abajo, ya que esta posición puede poner una tensión excesiva en el cuello y la espalda baja. Dormir boca abajo puede causar una hiperextensión de la columna cervical y comprimir las vértebras lumbares, lo que puede provocar dolor y rigidez.

Además de las posturas recomendadas, es esencial tener en cuenta otros factores que pueden influir en el dolor de espalda al dormir. Mantener un colchón y una almohada adecuados es fundamental. Según la Mayo Clinic, se recomienda un colchón firme, pero cómodo que brinde un buen soporte a la columna vertebral. La elección de la almohada también es importante, ya que debe mantener el cuello en una posición neutral y no ser demasiado alta ni demasiado plana.

El dolor de espalda.
La NSF sugiere evitar dormir boca abajo, ya que esta posición puede poner una tensión excesiva en el cuello y la espalda baja. (Imagen de referencia) | Foto: Getty Images/iStockphoto

Para aquellos que ya experimentan dolor de espalda crónico, puede ser beneficioso realizar ejercicios de estiramiento y fortalecimiento de la espalda bajo la supervisión de un profesional de la salud. Estos ejercicios pueden ayudar a mejorar la flexibilidad, fortalecer los músculos de soporte y reducir la probabilidad de dolor de espalda al despertar.

Si el dolor persiste, es recomendable buscar la opinión de un profesional de la salud para obtener un diagnóstico y un plan de tratamiento adecuados.

El tipo de colchón más adecuado para dormir

Elegir el colchón adecuado es fundamental para asegurar un sueño de calidad y prevenir problemas como el dolor de espalda. Sin embargo, con tantas opciones disponibles en el mercado, puede resultar abrumador tomar una decisión informada.

Según la NSF, no existe un tipo de colchón único que funcione para todos, ya que las preferencias personales y las necesidades individuales varían. Sin embargo, ofrecen algunas pautas generales para ayudar a las personas a elegir el colchón adecuado.

En primer lugar, la NSF sugiere que un colchón debe brindar un buen soporte para la columna vertebral. Un colchón demasiado firme puede ejercer presión en ciertos puntos del cuerpo, mientras que uno demasiado blando puede no proporcionar el apoyo adecuado. La clave es encontrar un equilibrio que mantenga la columna vertebral en una alineación neutral, es decir, en una posición natural sin exceso de curvatura ni aplanamiento.

La American Academy of Sleep Medicine (AASM) también enfatiza la importancia del soporte para la columna vertebral y recomienda buscar un colchón que distribuya el peso de manera uniforme. Según la AASM, un colchón de firmeza media puede ser adecuado para la mayoría de las personas, ya que proporciona un equilibrio entre soporte y comodidad.

Limpieza del colchón
No existe un tipo de colchón único que funcione para todos, ya que las preferencias personales y las necesidades individuales varían. (Imagen de referencia) | Foto: Getty Images

Además del soporte, la comodidad personal es un factor crucial. La NSF sugiere que cada persona pruebe diferentes colchones para determinar qué les resulta más cómodo. Pasar tiempo acostado en diferentes posiciones y prestar atención a cómo se siente el cuerpo puede ayudar a evaluar la comodidad de un colchón.

En cuanto a los materiales utilizados en los colchones, la elección depende de las preferencias personales y las necesidades individuales. La AASM menciona que los colchones de espuma viscoelástica (memory foam) son populares debido a su capacidad para adaptarse a la forma del cuerpo y aliviar los puntos de presión. Los colchones de látex también son una opción común, ya que pueden proporcionar una sensación de rebote y suavidad.

Algunas personas pueden encontrar más beneficioso un colchón más firme, mientras que otras pueden preferir uno más suave. Por lo tanto, es recomendable probar diferentes opciones y, si es posible, consultar con un profesional de la salud, como un médico o un fisioterapeuta, para obtener recomendaciones específicas.

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