Los ejercicios que puede realizar si padece de cálculos renales

Los cálculos renales son también conocidos como piedras en los riñones, una afección común que puede causar un intenso dolor y malestar.

Según estudios, aproximadamente una de cada diez personas experimentará esta condición en algún momento de su vida.

Afortunadamente, existen medidas preventivas que pueden reducir el riesgo de formación de cálculos renales, y una de ellas es el ejercicio.

Los cálculos renales

Antes de adentrarse en los beneficios del ejercicio, es importante comprender qué son los cálculos renales. Estos son depósitos sólidos que se forman en los riñones debido a la acumulación de sustancias presentes en la orina, como el calcio, el oxalato y el ácido úrico.

Aunque en la mayoría de los casos estos cálculos pueden eliminarse naturalmente, algunas veces pueden quedar atrapados en las vías urinarias, causando bloqueos dolorosos en el flujo de orina.

Causas de los cálculos renales

Los cálculos renales pueden ser el resultado de diversas causas. Pero casi siempre se forman cuando la cantidad de sustancias que crean cristales en la orina supera la capacidad de dilución de los líquidos presentes.

Además, la orina puede carecer de ciertas sustancias que eviten que estos cristales se adhieran entre sí, creando así un entorno propicio para la formación de cálculos.

El papel del ejercicio en la prevención de cálculos

Recientemente, un estudio publicado en la Revista de la Sociedad Americana de Nefrología definió el papel que desempeña el ejercicio en la prevención de cálculos renales. Según este estudio, la realizar ejercicios aeróbicos, como caminar, trotar o montar en bicicleta, puede contribuir significativamente a reducir el riesgo de formación de cálculos renales.

Los ejercicios aeróbicos tienen la capacidad de modificar la forma en que el cuerpo maneja los nutrientes y los líquidos que influyen en la formación de estas piedras en los riñones.

Cuando se ejercita, suda sal y, en lugar de permitir que esta sal se deposite en los riñones, tiende a retenerse en los huesos. Esto es una ventaja, ya que disminuye la cantidad de sal que podría contribuir a la formación de cálculos.

¿Qué tipo de ejercicio es efectivo?

La buena noticia es que no es necesario convertirse en un atleta de élite para obtener los beneficios del ejercicio en la prevención de cálculos renales. El autor del estudio, el Dr. Mathew Sorensen, de la Escuela de Medicina de la Universidad de Washington, señala que incluso pequeñas cantidades de ejercicio pueden reducir el riesgo de cálculos renales.

No es necesario realizar maratones ni sesiones de ejercicios extenuantes. La clave está en la constancia. El Dr. Sorensen afirma que realizar ejercicios aeróbicos unas tres veces por semana puede marcar la diferencia. Además, la intensidad del ejercicio no parece ser un factor determinante. Incluso una actividad moderada puede ofrecer beneficios significativos en la prevención de cálculos renales.

La importancia de la hidratación

El ejercicio, por supuesto, debe ir acompañado de una hidratación adecuada. Beber suficiente agua es esencial para prevenir la formación de cálculos renales. Cuando te ejercitas, aumenta la pérdida de líquidos a través del sudor, lo que puede concentrar aún más las sustancias en la orina que contribuyen a la formación de cálculos. Beber agua o líquidos después del ejercicio ayuda a diluir la orina y a reducir el riesgo de cálculos.

Para recordar

La prevención de cálculos renales es fundamental para mantener la salud renal y prevenir el doloroso malestar que estas piedras pueden causar.

El ejercicio, especialmente los ejercicios aeróbicos realizados de manera regular, se ha destacado como una estrategia efectiva para reducir el riesgo de formación de cálculos renales.

No es necesario realizar actividades físicas extenuantes; la consistencia en el ejercicio es lo que importa.

Sin embargo, es importante recordar que el ejercicio debe combinarse con una hidratación adecuada. Beber suficiente agua es esencial para diluir las sustancias en la orina y prevenir la formación de cálculos.