Tres remedios naturales para ‘barrer’ el sarro dental y disminuir la placa

La higiene bucal se ha convertido en algo muy importante para las personas, tanto es así que cada vez buscan más mecanismos para tener unos dientes sanos y evitar las posibles enfermedades que pueden presentarse, como el sarro dental.

Esta placa bacteriana, también conocida como cálculo o tártaro, se presenta de forma común, debido a que su causa está en la acumulación de alimentos y bacterias en la boca, algo que se puede producir a diario simplemente con la alimentación. De esta manera, se forma entonces una placa que se endurece y adquiere un color amarillento cuando no se retira con un cepillado constante y la utilización de hilo dental y otros elementos de higiene.

El mayor problema de esto, además del notable e incómodo color amarillo en los dientes, es que el sarro recubre también el borde de estos con la encía, favoreciendo la aparición de manchas, caries, mal aliento y hasta gingivitis.

Para eliminar esto se requiere, idealmente, el tratamiento con un dentista, el cual podrá realizar una limpieza profunda con raspado, aplicará ultrasonido o removerá la capa amarilla que se forma sobre los dientes con ayuda de un láser.

Sin embargo, algunos remedios caseros, como el uso de bicarbonato o aceite de coco, se están empezando a utilizar para combatir esta placa sin necesidad de ir a los consultorios. De hecho, se ha probado que estos pueden ayudar en su disminución y en la no formación de más sarro en los dientes.

Así las cosas, la primera y más efectiva estrategia es mantener siempre una buena higiene bucal, esto con la ayuda de un cepillado de los dientes constante y adecuado, cerca de 30 minutos después de toda comida.

También es imprescindible el uso de hilo dental y enjuague bucal, ya que, en primer lugar, hay rincones a los que las cerdas del cepillo no llegan con tanta facilidad como lo hace el hilo, y, en segundo lugar, debido a que el enjuague es muy efectivo para la eliminación de todas las bacterias.

Esto debería ser suficiente para una buena higiene, sin embargo, es recomendable ir con el dentista al menos una vez cada seis meses para que este realice una revisión y una nueva limpieza más profunda.

La segunda estrategia es realizar una limpieza con bicarbonato de sodio, lo que ayuda a equilibrar el pH de la boca después de cada comida. Esto permitirá que no se forme la placa y que no haya cabida al sarro. No obstante, el bicarbonato debe ser utilizado máximo una vez por semana, debido a que se uso de forma más constante podría generar porosidad en los dientes, haciéndolos mucho más sensibles.

¿Cómo se prepara el bicarbonato? Los ingredientes son simples, se necesita pasta dental y una cucharada de este compuesto. Cuando se cuente con ambos, simplemente debe colocar la pasta en el cepillo de dientes, espolvorear por encima el bicarbonato y, como se hace de forma común, cepillarse durante unos dos minutos, aproximadamente.

Al final, debe juagar muy bien la boca para eliminar todo el componente residual que puede quedarle.

La tercera estrategia es el aceite de coco. Sus propiedades de eliminación de bacterias serán fundamentales para ayudar a disminuir la formación de sarro, además, evita su adhesión con nuevas comidas gracias a que también forma una película protectora sobre los dientes.

El aceite de coco debe ser usado como enjuague y una cucharada bastará para su uso. Solo debe ubicar el aceite en la boca y hacer buches durante 5 a 10 minutos en una frecuencia de 1 a 2 veces al día.

Si se le torna complejo realizar los buches con el aceite, la recomendación es empezar haciéndolo solo por algunos minutos y, posteriormente, ir aumentando de forma gradual la duración.

Una vez termine, solo debe escupir el liquido y enjuagar muy bien la boca para extraer todo el contenido residual que puede quedarle. Con estos dos mecanismos, una buena higiene y la visita frecuente al odontólogo mejorará notablemente su salud dental y eliminará toda posibilidad de tener sarro.