Cada 15 de febrero se conmemora el Día Mundial del Cáncer Infantil, una fecha crucial para recordar la importancia de la detección temprana y el acceso a tratamientos adecuados que pueden salvar la vida de miles de niños en todo el planeta.

Esta jornada nos invita a reflexionar sobre una enfermedad que sigue siendo una de las principales causas de mortalidad entre los más jóvenes, y a unir esfuerzos en la lucha por un futuro en el que más pequeños puedan crecer, sanar y alcanzar sus sueños.

Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año se diagnostican 300 mil casos de cáncer en menores de 19 años en todo el mundo. A pesar de los avances en el diagnóstico y los tratamientos, la tasa de mortalidad sigue siendo alarmante.

Se estima que el 20 % de los niños diagnosticados podrían haber sobrevivido si hubieran recibido un diagnóstico y un tratamiento a tiempo. Estas cifras no son meros números, sino vidas truncadas y familias rotas por el dolor de perder a un ser querido.

Gracias a los avances en la medicina, los tratamientos para el cáncer infantil han mejorado significativamente en los últimos años, pero es necesario trabajar en la detección temprana. | Foto: El País

La diferencia en las tasas de supervivencia es especialmente evidente cuando se compara países con sistemas de salud avanzados con aquellos en vías de desarrollo. En naciones de altos ingresos, las tasas de supervivencia van más allá del 80 %, mientras que en países de bajos recursos pueden ser de 20 %.

Esto refleja las profundas desigualdades en el acceso a atención médica de calidad, un desafío global que requiere la atención inmediata de la comunidad internacional.

De acuerdo con cifras de la Asociación Colombiana de Hematología y Oncología Pediátrica, Achop, y el Ministerio de Salud se estima que cada año se presentan alrededor de 2100 casos nuevos de cáncer infantil en el país.

A pesar de los esfuerzos por mejorar la atención, la tasa de supervivencia en Colombia sigue siendo del 65 %, lo que indica que aún queda mucho trabajo por hacer para el país se acerque a los estándares internacionales, donde la tasa de supervivencia a cinco años puede superar el 80 %.

“Quiero ser grande”

Con el objetivo de reducir la mortalidad por esta enfermedad, 115 organizaciones se unieron a la campaña ‘Quiero ser grande’, para hacer un llamado urgente a la sensibilización sobre los signos de alerta del cáncer infantil.

Esta iniciativa pretende educar a padres, cuidadores y profesionales de la salud sobre las señales de alarma que no deben ser ignoradas, con el fin de facilitar una detección temprana que aumente las probabilidades de supervivencia de los niños.

Para más información sobre la campaña y cómo contribuir con ella, siga el hashtag #QuieroSerGrande en las redes sociales. | Foto: El País

La detección temprana es crucial. Algunos de los síntomas más comunes que podrían indicar la presencia de cáncer infantil incluyen pérdida de peso inexplicable y persistente; fiebre prolongada sin causa aparente; fatiga extrema o decaimiento constante, y moretones, sangrados o puntos rojos en la piel sin causa aparente.

De igual forma, dolores de cabeza frecuentes, a menudo acompañados de vómitos matutinos; inflamación o masas en el abdomen, cuello o ganglios linfáticos, y dolor óseo o articular sin traumatismo previo; pérdida repentina de visión o reflejo blanco en la pupila del ojo; dificultad para caminar, pérdida de equilibrio o coordinación, o sudoración nocturna excesiva.

Si cualquiera de estos síntomas persiste, es esencial consultar a un médico lo más pronto posible.

La detección temprana puede hacer la diferencia entre la vida y la muerte.

Avances en el tratamiento y el rol de la ley

Gracias a los avances en la medicina, los tratamientos para el cáncer infantil han mejorado significativamente en los últimos años.

La quimioterapia sigue siendo el tratamiento más común, pero las opciones más nuevas, como la inmunoterapia y los tratamientos dirigidos, están mostrando resultados prometedores, con menos efectos secundarios y mayor precisión en su aplicación, indican los especialistas.

En Colombia, la Ley 1388 de 2010, también conocida como la ‘Ley por el derecho a la vida de los niños con cáncer’, ha sido clave para garantizar el acceso gratuito a los tratamientos y la creación de una red de atención especializada para estos pacientes.

Esa ley fue complementada con el Decreto 647 de 2022, que prioriza la asignación de recursos hacia los prestadores de servicios de salud para menores con cáncer, mejorando su acceso a una atención de calidad.

Con el fin de reducir la mortalidad por esta enfermedad, 115 organizaciones se unieron a la campaña ‘Quiero ser grande’. | Foto: El País

Un llamado urgente a la acción

El cáncer infantil no debe ser una causa solo de reflexión, sino un impulso para la acción. No basta con lamentar las pérdidas; se debe actuar para que más niños tengan la oportunidad de sobrevivir.

Es fundamental que las familias, la sociedad y el Gobierno trabajen juntos para mejorar el acceso a diagnósticos oportunos y tratamientos adecuados, así como para invertir más en investigación que permita encontrar nuevas soluciones.

Cada niño que pierde la vida a causa de esta enfermedad es un recordatorio de que debemos seguir luchando para mejorar nuestros sistemas de salud y, sobre todo, que el tiempo es vital.

Es importante, a su vez, que más países aumenten sus inversiones en salud infantil, en especial para el diagnóstico temprano y la calidad del tratamiento.

La campaña ‘Quiero ser grande’ es un llamado a la acción para todos. La sensibilización, el apoyo a los afectados y el compromiso con la mejora de la atención en oncología pediátrica son pasos fundamentales para reducir la mortalidad infantil por cáncer y garantizar que más niños colombianos crezcan, se desarrollen y puedan alcanzar su futuro.

Para más información sobre la campaña y cómo contribuir con ella, se puede visitar el sitio web o seguir el hashtag #QuieroSerGrande en las redes sociales.

El cáncer infantil es una de las principales causas de muerte en niños, pero con detección temprana, tratamientos adecuados y el apoyo de la sociedad, se pueden cambiar las estadísticas.

Los tipos más frecuentes

  • Leucemia: representa el 30 % de los casos de cáncer infantil. Se caracteriza por síntomas como la fatiga extrema, mucha palidez y dolor óseo.
  • Tumores cerebrales: son la segunda causa más frecuente de cáncer infantil. Suele presentar síntomas como dolores de cabeza persistentes, vómitos inexplicables y alteraciones en la visión.
  • Neuroblastoma: afecta principalmente a niños menores de 5 años de edad, causándoles inflamación abdominal, pérdida de peso y cambios en el comportamiento.
  • Linfomas: con frecuencia, se registran con hinchazón de los ganglios linfáticos, fiebre inexplicada y pérdida de peso.