A partir de este miércoles, los teletrabajadores y las empresas que empleen a personas bajo esta modalidad en el país tendrán una nueva herramienta que facilita la firma de contratos y la contratación, pues el Ministerio de Trabajo firmó una circular que habilita la firma electrónica para contrato de teletrabajo, una modalidad bajo la cual laboran hoy 122.000 trabajadores y hay cerca de 12.000 empresas vinculada, según comentó la jefe de la cartera, Alicia Arango.
“En el Gobierno tenemos la obligación de hacer una revisión de las normas laborales, no podemos quedarnos atrás, tenemos que facilitar la inserción laboral. El mundo está cambiando, hoy la tecnología nos avasalla, por ello es importante que desde el ministerio de Trabajo vayamos a este ritmo, porque no hacerlo significa no encontrar empleo”, comentó la ministra.
El nuevo contrato tendrá las mismas condiciones de un contrato de firma presencial, con la diferencia de que contará con una firma electrónica, y su diferencia radicará en la existencia de un sistema de seguridad biométrico y un código de seguridad.
La ministra resaltó que algunas de las ventajas de esta modalidad de empleo “a través de una firma electrónica, se permite que el empleador y el empleado puedan estar en sitios distintos y no tenga que viajar uno para verse con el otro para firmar el contrato”, así mismo, Arango resaltó que al trabajar desde su casa los empleados reducen el estrés, concilian su trabajo con la vida familiar y tienen ahorros en su manutención. La ministra también destacó que el teletrabajo mejora la calidad ambiental de las ciudades, al reducir las congestiones de tráfico y posibilita a cuidadores y trabajadores del hogar para que puedan “tener una entrada de ingresos que los haga independientes”.
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En cuanto a los beneficios para las empresas, la jefe de la cartera laboral comentó que una ventaja para las empresas es que podrán ahorrar en cuanto a servicios públicos, y que se podrá hacer mayor trazabilidad, “el empleador sabe en qué momento la persona entró, qué ha hecho en su trabajo y a qué hora salió, mucho más fácil incluso que en el trabajo presencial”, dijo la ministra Arango.
Por su parte, el viceministro de relaciones laborales, Carlos Alberto Bahena, explicó que la principal diferencia entre la firma electrónica y la firma digital, la cual existe actualmente través de las cámaras de comercio, es que esta no tendrá costo, pues obtener una firma digital es un trámite que cuesta entre $300.000 y $350.000, mientras que en adelante las personas ingresarán con un usuario y su contraseña para validar su firma sin costo alguno.