Este miércoles 13 de septiembre, un nuevo hecho de violencia se registró en Tierralta, Córdoba, luego de que un helicóptero del Ejército Nacional que transportaba a 20 personas, entre funcionarios de la Procuraduría, la Fiscalía y militares, fuera hostigado desde tierra.
De acuerdo con las primeras hipótesis, impactaron en varias ocasiones el tanque de gasolina del helicóptero, por lo que fue necesario regresar a la base militar del municipio de Carepa, Antioquia. Sin embargo, se dio un parte de tranquilidad, al informar que ninguno de los pasajeros a tripulantes resultó herido.
Cabe mencionar que el Ejército Nacional está reforzando la seguridad de estos funcionarios, quienes deben llegar prontamente a Tierralta, para hablar con la comunidad que denunció las intimidaciones de un grupo de hombres armados, que al parecer son militares.
Asimismo, se conoció que en el helicóptero viajaba Javier Sarmiento, procurador delegado de lo derechos humanos. Además, en primicia Blu Radio, reveló que tras el ataque la procuradora general, Margarita Cabello, llamó con urgencia al comandante del Ejército en Antioquia y Córdoba, para pedir garantías de seguridad y proteccion para todos sus funcionarios compromentidos en esta investigación.
Hombres armados arribaron el pasado 11 de septiembre a esa vereda y hostigaron a sus pobladores. Lo hicieron argumentando que eran disidentes de las FARC, cuando en realidad eran militares vestidos con uniformes camuflados, con sus rostros cubiertos y portando armas de guerra.
El piquete de militares estaría integrado por un teniente, dos suboficiales y al menos siete soldados, quienes no solo lanzaron amenazas. Según testimonios de la comunidad, hubo robos, actos de tortura e incluso un abuso sexual a una mujer indígena, como denunció la Defensoría del Pueblo, que, junto a la Personería Municipal, recibió testimonios de las violaciones a los derechos humanos.
“Esa es una conducta que llevan a cabo los criminales”, sentenció el general Helder Giraldo, comandante de las Fuerzas Militares, quien aseguró que el hecho no quedará en la impunidad y prometió que se aplicarán sanciones en “todos los niveles”, desde las personas que estuvieron en el territorio hasta sus superiores jerárquicos.
Además de intimidaciones, hay denuncia por abuso sexual en Tierralta
na mujer indígena habría sido agredida sexualmente, al parecer por miembros del Ejército, quienes aparentando ser disidentes de las FARC incursionaron en la vereda Bocas del Manso, en zona rural del municipio de Tierralta, Córdoba, y amenazaron a sus habitantes.
Así lo denunció este miércoles la Defensoría del Pueblo, con base en testimonios de habitantes de esa zona, al tiempo que reclamó una investigación que dé cuenta de lo ocurrido.
“Resulta muy grave que, además de los hechos de amenazas e intimidaciones, los líderes de la comunidad también denuncian un hecho de abuso sexual cometido contra una mujer indígena. Por lo tanto, las autoridades deben esclarecer esta situación a la brevedad y garantizar la seguridad para la población”, reclamó el defensor del Pueblo, Carlos Camargo.
El Ejército dijo hoy que al parecer soldados del Batallón de Infantería N.33 “Batalla de Junín”, de la Décima Primera Brigada, “estarían inmersos en un posible acto de violencia contra la población civil y sujetos de especial protección constitucional”.
La denuncia de lo sucedido se conoció inicialmente el martes, a través de videos divulgados en redes sociales en los que sujetos armados intimidan a campesinos. El Ejército envió a una comisión de la Inspección General para investigar y establecer lo ocurrido, mientras que el ministro de Defensa, Iván Velásquez, exigió “sanciones drásticas” y la Fiscalía abrió investigación.
En Montería se desarrolla hoy un consejo de seguridad extraordinario con varias autoridades para evaluar cuáles serían los pasos a seguir. La Defensoría precisó que las agresiones contra la población vulnerable, además de ir contra el Derecho Internacional Humanitaria, “socavan la confianza que las comunidades depositan en la Fuerza Pública, particularmente en una zona con presencia de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC - Clan del Golfo)”.