Coherencia

La mayor democracia del mundo se acerca a una definición sustancial. El próximo 5 de noviembre se enfrentarán en elecciones presidenciales la demócrata Kamala Harris y el ambiguo Donald Trump. Hay que decirlo sin ambages: como pocas veces antes, los demócratas del mundo, quienes creemos en las bondades de ese sistema, deseamos vivamente el triunfo de Kamala Harris y su mandato por los próximos cuatro años.

Es que en el caso de Donald Trump hay demasiadas evidencias que reflejan la inconsistencia estructural del personaje. Es de la esencia de la democracia observar el cumplimiento de las leyes. Trump se ha distinguido por todo lo contrario. Sus problemas con la Justicia van desde vergonzosos episodios personales hasta inicuas trampas en el mundo de los negocios.

No estamos en presencia de alguien que cree en la democracia. Los escandalosos sucesos del 6 de enero del 2021 llevan a concluir que Trump y sus partidarios más exaltados estaban dispuestos a impedir que se reconociera como triunfador en las urnas a Joe Biden. La Historia guarda una gratitud a la conducta honesta del vicepresidente de entonces Mike Pence, quien optó por respetar los resultados.

La democracia no es solamente un conjunto de normas de conducta política. Hay que ser coherente para evitar decir en público lo que pueden ser disparates en privado. La persecución que anuncia Trump contra los migrantes para buscar echarlos fuera no guarda relación con la realidad económica.

Son cientos de miles de trabajadores no nacidos en Estados Unidos los que desempeñan hoy labores cruciales en la marcha de ese país. El trabajo en el campo, en las obras públicas, en la vigilancia y aseo y en el cuidado de menores y ancianos, son oficios dignos y muy necesarios, pero que ya los norteamericanos no desean desempeñar.

El aislamiento que propone Trump en materia económica no refleja la realidad del mundo actual. Ese celular que el lector tiene en su mano es producto de ensamblajes y agregaciones que reúnen conocimientos de muchos países. No imaginamos cuál teléfono móvil ciento por ciento norteamericano podrá utilizar Donald Trump si de nuevo es elegido.

La incoherencia de los gobernantes aflora por doquier. A la reciente reunión de los Brics llevada a cabo en la ciudad rusa de Kazán, se apareció sin muchos anuncios Nicolás Maduro, tratando de que el grupo de naciones emergentes lo admitiera como representante de Venezuela.

En actitud que lo enaltece, Lula da Silva vetó sin contemplaciones a Maduro, pues la condición que Brasil ha puesto para reconocer a Nicolás Maduro es que muestre las actas que validan su triunfo. Y no lo ha hecho.

La diferencia entre el discurso y la práctica se notó como pocas veces en la reciente inauguración de la COP16 en Cali. Mientras el jefe de Estado de nuestro país lanzaba anatemas contra los combustibles orgánicos derivados de carbón, petróleo y gas. Una escuadrilla de aviones voló decenas de veces sobre el Centro de Convenciones. Estamos totalmente seguros de que no fluía jugo de tomate por sus motores.

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Posdata: Amplias felicitaciones para la Ministra de Ambiente, la Gobernadora del Valle y el Alcalde de Cali por el éxito cosechado con la celebración de la COP16.

La gente del común ha participado haciendo suyo el evento. Nuestro país y nuestra región deben sentirse complacidos.