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El proyecto 2025

Para la ejecución de muchos objetivos se alió con alguien que no solo comparte esos puntos de vista, sino que es un gran ejecutor, como es el caso de Musk.

22 de febrero de 2025 Por: Ricardo Villaveces
Ricardo Villaveces Pardo.
Ricardo Villaveces Pardo. | Foto: El País

Se cumplió el primer mes del gobierno de Trump y son muchas las sorpresas que ha traído y las preocupaciones que ha generado. Acostumbrados a la improvisación de su primer mandato, se hubiera podido pensar que iba a ser más de lo mismo: dos o tres ideas fijas, amenazas, y discursos. De otra parte, con un ego como el que él tiene, todo sería girar alrededor de sí mismo, sin grandes sorpresas frente a lo que ya nos tenía acostumbrados. Sin embargo, cada día es más evidente que lo que está pretendiendo es realizar cambios de mucho fondo, no solo en el aparato de gobierno, sino en la sociedad americana.

Aunque durante la campaña pretendió distanciarse de las posiciones conservadoras extremas de la National Heritage Foundation, cada vez es más evidente que los planteamientos de este centro de pensamiento de la extrema derecha americana son la guía de sus actos de Gobierno. Y para la ejecución de muchos objetivos se alió con alguien que no solo comparte esos puntos de vista, sino que es un gran ejecutor, como es el caso de Musk.

El ‘Proyecto 2025′, elaborado por esa entidad, trae todo tipo de recomendaciones y se pueden resaltar líneas de acción como las siguientes: a) Centralizar el Poder Ejecutivo; b) Eliminar las protecciones legales para las personas Lgtbq+; c) Restringir los derechos al aborto; d) Establecer políticas más estrictas para controlar la inmigración; e) Eliminar y reestructurar agencias federales que se consideran burocráticas e ineficientes; y f) Reducir las regulaciones ambientales para favorecer la producción de combustibles fósiles.

En cuanto a las relaciones internacionales, plantea: a) Una política de América Primero (America First), priorizando la soberanía nacional y reduciendo los compromisos con las instituciones multilaterales; b) Reconocer a China como la principal amenaza estratégica para los EE. UU. y reducir la dependencia de productos y tecnologías chinas; c) Reducir los compromisos globales y abandonar el rol de ‘policía del mundo’, retirar tropas donde no haya beneficios estratégicos y hacer una evaluación crítica de los compromisos militares existentes; d) Fortalecer las alianzas con países que compartan valores conservadores y condicionar presencia en la Otan a mayores contribuciones de los demás miembros; y e) Promover acuerdos bilaterales que beneficien a los EE. UU., en lugar de acuerdos multilaterales y, además, usar la presión económica para lograr resultados en temas como migración y control de drogas.

Los temas son muchos, pero lo anterior solo muestra que no hay acciones impulsivas en lo que estamos viendo, sino que es la puesta en marcha de un plan de gobierno desarrollado con tiempo y con una visión ultraconservadora que puede traer consecuencias insospechadas en el ordenamiento mundial.

Ya se ha visto que está hablando en serio y poco le importa a Trump la historia, los principios o los antecedentes. Frente a estos cambios, a Petro lo único que se le ocurre es seguir criticando a Trump y adoptar posiciones que solo nos llevarán a que nos sigan usando de ejemplo para que se vea hasta donde están dispuestos a llegar para conseguir sus objetivos de gobierno.

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